El jíbaro
Desde muy temprana edad supo conciliar Manuel A. Alonso su innata vocación literariacon un acentuado interés científico que, en 1842, le llevó a cruzar el Atlántico para cursar, en la Universidad de Barcelona, estudios superiores de Medicina. Esta prolongada estancia en la metrópoliresultaría a la postre providencial no sólo para su formación médica, sino también para la forja de su espíritu humanístico. En efecto, el escritor de San Juan enseguida comparó la agitada vidapolítica que había conocido en España con la situación colonial de Puerto Rico, y de este análisis extrajo la conclusión -presente a lo largo de toda su obra- de que en el territorio insular eraimprescindible una reforma político-administrativa precursora de la emancipación respecto a la metrópoli. Al mismo tiempo, durante su estancia en Barcelona quedó imbuido de la poderosa corriente literariacostumbrista que entonces comenzaba a arraigar con fuerza en las Letras españolas, y supo asimilarla a la par que mantenía el contacto con las noticias culturales que le llegaban desde su lejana isla.
Entreestas novedades, sin duda la que más entusiasmó al grupo de jóvenes escritores puertorriqueños destacados en la Universidad de la Ciudad Condal fue la aparición, en su territorio natal, de un volumencolectivo titulado Aguinaldo puertorriqueño (1842), obra que, desde su salida de la imprenta, fue considerada como la primera manifestación generacional del Romanticismo en la isla. Bajo el...
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