el jesuita
Elvira o La novia del Plata
A D. J. M. F.
Ven, Himeneo, ven. Ven, Himeneo. Moratín
’Tis said that some have died for love. Wordsworth
I
Belleza celestial y encantadora;
inefable deidad, que el mundo adora,
que dominas el Orbe, y das consuelo,
inspirando con pecho generoso
el sentimiento tierno y delicioso, 5
que os prodigara el Cielo,
a vos invoco:favorable inspira
el canto melancólico a mi Lira
de amor y de ternura,
y un nuevo lauro a mi triunfal corona 10
la Beldad ciña Numen de Helicona
de mirto y rosa pura.
Alza gozoso, vos, casto Himeneo,
y halagüeño el semblante, que ya veo
a tus humeantes aras 15
con rubor acercarse tierna y bella
a consagrarte tímida doncella
de amor primicias caras.
Cándidos y amorosos corazones
en tualtar sacrosanto nunca dones 20
más puros ofrecieron,
para volver a tu deidad propicia,
y del tálamo dulce la delicia
gozar que pretendieron.
II
La aureola celestial de virgen pura, 25
el juvenil frescor y la hermosura
los encantos de Elvira realzaban,
dando a su amable rostro un poderío,
que encadenaba luego el albedrío
de cuantos la miraban. 30
Sus ojos inocencia respiraban,
yde su pecho solo se exhalaban
inocentes suspiros,
hijos del puro y celestial contento,
que de las dulces ansias vive exento 35
del amor y sus tiros.
Mas vio a Lisardo, y palpitó su pecho
de extraña agitación, y satisfecho
se gozó enardecido,
cuando de amor arder la viva llama, 40
que con dulce deleite nos inflama,
sintió, no apercibido.
Como la planta que al Favonio aspira,
que entorno de ella regalado gira,
nueva existencia siente; 45
así Lisardo al ver de su querida
el amante cariño, nueva vida
sintió en su pecho ardiente:
el noble orgullo se amparó de su alma,
del que adornado de triunfante palma 50
se avanza entre despojos,
y un mundo de risueñas ilusiones,
de esperanzas felices y ambiciones,
se reveló a sus ojos.
La juventud es tierna y persuasiva, 55y fácilmente con amor cautiva
la beldad inocente,
cual céfiro apacible con su arrullo
halagando a la rosa en su capullo
meliflua y dulcemente; 60
así el amor el sentimiento inspira,
y así Lisardo el corazón de Elvira
poseyó satisfecho:
amáronse, y creciendo su ternura
apuraron delicias de ventura 65
con inocente pecho:
así pasaron en amantes juegos
largo tiempo felices, y susfuegos
y su pasión crecieron;
uno era su sentir, y cual hermanas, 70
con inefable hechizo, soberanas
sus dos almas se unieron.
III
Tu serás mía,
tierno decía
Lisardo a Elvira; 75
aunque el destino
cierre el camino
de mi ventura,
la pura llama
que al Sol inflama 80
antes, Elvira,
que mi ternura
se extinguirá.
Serás mi esposa,
y el Himeneo 85
nuestro deseo
satisfará;
que aunque eldestino
cierre el camino
de mi ventura, 90
la llama pura
de mi ternura
no extinguirá.
IV
Así Lisardo de su dulce amiga
la esperanza halagüeña alimentaba, 95
y con ardua fatiga
el campo de las ciencias exploraba,
para volver a el hado más benigno,
y arrancando un favor a la fortuna,
que contraria le fue desde la cuna, 100
de su mano y amor hacerse digno.
en tanto una mirada de susojos,
de su boca risueña un dulce beso,
hurtado a la inocencia entre sonrojos,
aligeraban de su afán el peso, 105
y llenaban su ardiente fantasía
con la imagen feliz y encantadora
del venturoso día,
en que triunfando su pasión constante
del ingrato destino, 110
apurase en el tálamo divino
las caricias y halagos de su amante.
V
Era de primavera un bello día,
cuando el Sol en laesfera
más rutilante y majestuoso impera; 115
cuando el campo se viste de verdura,
y risueña y brillante la natura
ostentando su fuerza y lozanía,
nos convida al placer y la alegría.
En el jardín ameno, 120
que vio nacer sus plácidos amores,
respirando el aroma de las flores,
y a la sombra sentada
de una fresca enramada,
Elvira recorría en su memoria 125
la deliciosa historia
de sus...
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