el joven y la iglesia
Oración Inicial
Queremos unirnos a ti, Señor, y desde tu camino en la cruz, siguiendo tu Vía Crucis, a tu Misterio Pascual, y en esto encontrar la Voluntad del Padre, expresada en este gesto de amor tuyo, grande, por todos, al darla vida. Queremos también nosotros en esta mañana en la búsquedadel querer del Padre y su voluntad, ofrecer nuestras propias vidas y unirnos a tu misterio pascual completando en nuestra carne y en la ofrenda de la propia vida, en las cosas de todos los días, lo que falta a tus padecimientos Jesús. Queremos hacerlo en esta mañana en la que particularmente nos sale al encuentro tu vocación juvenil, adolescente, tu llamado a estar en las cosas del Padre. Lesdijiste a tu mamá y a tu papá: ¿”Acaso no saben ustedes que yo debo dedicarme a las cosas de mi Padre?” Queremos con vos Jesús también reencontrar el camino y dedicarnos a las cosas que Dios el Padre en vos nos confía.
A San José, tu padre, a María tu Madre, y a Ignacio de Loyola, a quién inspiraste este ejercicio espiritual le confiamos a ellos la intercesión, para que podamos hacer bien esteejercicio, de vos Jesús, entre los doctores de la Ley.
Lectura: Lc 2, 41-52 “El niño Jesús en el templo”
Explicación de la lectura
(Estas son ideas generales pero ustedes pueden tomar los puntos que les parezca importantes)
Aprended pues dónde lo encontraron... para que vosotros también podáis encontrarlo: "a fuerza de buscarlo, loencontraron en el Templo". No en cualquier lugar, sino "en el Templo", y no simplemente en el Templo, sino "En medio de los doctores a los que escuchaba y hacía preguntas". Vosotros también, buscad pues a Jesús en el templo de Dios, buscadlo en la Iglesia, buscadlo cerca de los maestros que están en este templo y que no salen de él. Si buscáis de ese modo, lo encontraréis...
Lo encontraron "sentado enmedio de los doctores, escuchándoles y haciéndoles preguntas". Ahora todavía, Jesús está aquí; nos interroga y nos escucha. "Todos estaban admirados ", dice Lucas. ¿Qué admiraban? No sus preguntas que sin embargo eran admirables, sino sus respuestas... "Moisés hablaba, dice la Escritura, y Dios le respondía" (Ex 19,19). Así es como el Señor le enseñaba a Moisés lo que ignoraba. Unas veces Jesúsinterroga, y otras responde, y por muy admirables que sean sus preguntas, sus respuestas todavía son más admirables.
Para que nosotros también podamos oírlo y que nos plantee preguntas que él mismo resolverá, supliquémosle, hagamos un esfuerzo intenso y doloroso por buscarle, y podremos entonces encontrar lo que buscamos. Con razón dice la Escritura: "Tu padre y yo te buscábamos angustiados".Hace falta en efecto que el que busca a Jesús no lo haga con negligencia y blandura, de forma intermitente, como lo hacen algunos... y que, por esta razón, no lo encuentran. Nosotros, digamos: "Te buscábamos angustiados".
a) En el lugar de los doctores, escuchando las maravillosas preguntas y respuestas que Cristo nos hace llegar. Para ello debemos dejar atrás nuestra soberbia y aprovechar loque sabemos para disfrutar más y mejor de aquello de Cristo nos dice.
b) En el lugar de José y María, que buscaban al Niño y lo encuentran donde menos lo podrían esperar. Buscar a Cristo no es sencillo, ya que no lo encontraremos recurriendo únicamente a nuestras fuerzas. Es la Gracia de Dios la que nos permite encontrarlo después de muchos esfuerzos y esperas.
c) En el lugar de Cristo,dejando a un lado lo cotidiano y centrándonos en lo sustancial. Lo sustancial es estar junto al Padre y hacer su voluntad. El compromiso que nos pide el Señor, conlleva ofrecer todo aquello que nos resulta familiar y cotidiano.
“¿Tiene Dios realmente un lugar en nuestro pensamiento? La metodología de nuestro pensar está planteada de tal manera que, en el fondo, Él no debe existir. Aunque...
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