el juego de ripper
Para William C. Gordon, mi socio en el amor y el crimen.
«M i madre todavía está viva, pero la matarán el Viernes Santo a
medianoche», le advirtió Amanda M artín al inspector jefe y éste no
lo puso en duda, porque la chica había dado pruebas de saber más
que él y todos sus colegas del Departamento de Homicidios. La
mujer estaba cautiva en algún punto de losdieciocho mil kilómetros
cuadrados de la bahía de San Francisco, tenían pocas horas para
encontrarla con vida y él no sabía por dónde empezar a buscarla.
Los chicos llamaron al primer asesinato «el crimen del bate
fuera de lugar», para no humillar a la víctima con una denominación
más explícita. Eran cinco adolescentes y un caballero de cierta edad
que se juntaban mediante sus computadoras paraparticipar en
Ripper, un juego de rol.
En la mañana del 13 de octubre de 2011, a las ocho y cuarto,
los alumnos de cuarto de primaria de la escuela pública Golden
Hills, de San Francisco, entraron al gimnasio trotando al ritmo de
los pitidos del entrenador, que los animaba desde la puerta. El
gimnasio, amplio, moderno y bien equipado, construido gracias a la
generosidad de un ex alumno,que había amasado una fortuna
durante la burbuja inmobiliaria antes de que estallara, también se
usaba para las ceremonias de graduación y espectáculos de música
y teatro. La fila de niños debía dar dos vueltas completas a la
cancha de baloncesto como calentamiento, pero se detuvo en el
centro ante el inesperado hallazgo de una persona que yacía
doblada sobre un potro de gimnasia con lospantalones enrollados
en los tobillos, el trasero al aire y la empuñadura de un bate de
béisbol ensartada en el recto. Los niños rodearon el cuerpo,
asombrados, hasta que uno de nueve años, más atrevido que los
demás, se agachó para pasar el dedo índice por una mancha oscura
en el piso y determinó que si no era chocolate, debía ser sangre
seca, mientras otro niño recogía un cartucho de bala yse lo echaba
al bolsillo para canjearlo en el recreo por un cómic pornográfico y
una mocosa filmaba el cadáver con su móvil. El entrenador, que
seguía tocando el silbato con cada exhalación, se aproximó a saltitos
al grupo compacto de alumnos y al ver aquel espectáculo, que no
tenía la apariencia de ser una broma, sufrió una crisis de nervios. El
alboroto de los alumnos atrajo a otrosmaestros, que los sacaron a
gritos y empujones del gimnasio, se llevaron a la rastra al
entrenador, le arrancaron el bate de béisbol al cadáver y lo tendieron
en el piso, entonces comprobaron que tenía un hueco
ensangrentado en la mitad de la frente. Lo taparon con un par de
sudaderas y luego cerraron la puerta a la espera de la policía, que
llegó en escasos diecinueve minutos; para entonces laescena del
crimen estaba tan contaminada que era imposible determinar con
precisión qué diablos había ocurrido.
Poco más tarde, en su primera conferencia de prensa, el
inspector jefe Bob M artín explicó que la víctima había sido
identificada. Se trataba de Ed Staton, de cuarenta y nueve años,
guardia de seguridad de la escuela. «¿Qué hay del bate de béisbol?»,
preguntó a gritos unperiodista inquisitivo y el inspector, molesto
al saber que se había filtrado aquel detalle denigrante para Ed Staton
y comprometedor para el establecimiento educacional, respondió
que eso sería determinado por la autopsia. «¿Existe algún
sospechoso? ¿El guardia era gay?» Bob M artín no hizo caso del
bombardeo de preguntas y dio por concluida la conferencia, pero
aseguró que el Departamento deHomicidios informaría a la prensa
a medida que se fueran aclarando los hechos en la investigación, que
había comenzado de inmediato y estaba a su cargo.
En la tarde del día anterior, un grupo de estudiantes del último
curso había estado en el gimnasio ensayando una comedia musical
de ultratumba para Halloween, algo sobre zombis y rock n’roll,
pero no se enteraron de lo ocurrido hasta el día...
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