EL JUEZ 6
por
Edgardo Ignacio Sáux y Enrique Carlos Müller
(Miembros del Instituto de la Academia Nacional de Derecho de
Córdoba en provincia de Santa Fe)
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1. Introducción
Es sabido que la ciencia jurídica -y en particular el
Derecho Procesal- se encuentra en un proceso de discusión de los
nuevos perfiles que ha adquirido y que debe adquirir la figura
deljuez (ver por ejemplo: Peyrano, Jorge W., "El perfil deseable
del juez civil en el siglo XXI", JA 2001-IV-863; Morello, Augusto
M.,
"Estudios
de
Derecho
Procesal.
Nuevas
demandas.
Nuevas
Respuestas", Platense, 1998; Berizonce, Roberto, “El juez y la
magistratura”, Rubinzal Culzoni 1999, entre muchísimos otros).
Es que la complejidad y los desafíos que presenta el siglo
XXI son otros y porello se hace necesaria la construcción de un
nuevo modelo de juez, al punto tal que Norberto Bobbio habla de
nuestro tiempo como la era de los jueces. En particular, como lo
ha señalado Lorenzetti, se hace necesario un nuevo activismo en
defensa de los derechos fundamentales cuyo “contenido mínimo”
debe ser afianzado, reconociendo siempre que dicho activismo no
implica de ningún modo establecer el“gobierno de los jueces”
(cfr. Carnota, Walter, “Definiciones sobre el activismo de los
jueces”, L.L. Supl. Act. 16/08/2007; ver también Morello, Augusto
M. “Una justicia civil para el siglo XXI”, LL 2006-F-906).
En ese marco general de discusión, es de suma relevancia
profundizar
el
análisis
de
las
influencias
que
el
derecho
ambiental tiene en la reformulación del rol de la magistratura.2. El bien jurídico protegido
Liminarmente debe tenerse muy en claro que en materia
ambiental nos encontramos frente a un “bien que pertenece a la
esfera social y transindividual” (CSJN, “Mendoza”).
El bien jurídico protegido ha sido claramente señalado por
nuestra Constitución Nacional y por la Ley General del Ambiente.
Así, la Constitución Nacional en su artículo 41 establece
que todos loshabitantes “gozan del derecho a un ambiente sano,
equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las
actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin
comprometer
las
de
las
generaciones
futuras”
agregando
que
también “tienen el deber de preservarlo”.
Asimismo
dispone
que
las
autoridades
“proveerán
a
la
protección de este derecho, a la utilización racional delos
recursos naturales, a la preservación del patrimonio natural y
cultural y de la diversidad biológica, y a la información y
educación ambientales”.
La Ley 25.676 General del Ambiente en su artículo 1º
establece los presupuestos mínimos para el logro de “una gestión
sustentable y adecuada del ambiente, la preservación y protección
de la diversidad biológica y la implementación del desarrollosustentable”.
3. El desafío actual
El
desafío
actual
es
el
de
la
correspondencia
de
lo
instrumental, con destino a la eficacia realizativa de los
derechos, en especial, los fundamentales.
Como lo ha señalado Néstor Cafferata, “el derecho ambiental
padece de raquitismo de eficiencia” (“El tiempo y las cautelares
en el derecho ambiental”, LL 23.02.2007).
Y por ello “es prioritario darleinstrumentos legales a los
operadores jurídicos para que a través de ellos, puedan vencer
los obstáculos, óbices, vallas, inconveniencias que presenta el
desarrollo
y
consolidación
de
la
materia
ambiental,
en
la
búsqueda incesante de prevención del daño ambiental, evitación
del proceso contaminador y cesación de las afectaciones y/o
perjuicios ambientales de la actividad polucionante”(Cafferata,
op. cit).
Por su parte, Kemelmajer de Carlucci se ha preocupado por
destacar la necesidad de que las decisiones judiciales sean
eficaces y para ello ha propuesto que la sentencia contenga
disposiciones claras sobre mecanismos específicos de seguimiento
en la ejecución de la sentencia, a la vez que ha señalado que el
tribunal
debe
ser
muy
prudente
a
la
hora
de
fijar
los...
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