el juramento de los centenera
Entre tantos desafíos que dejaba tras su tendal la crisis del 2001, se encontraba la reconstrucción del sistema político y la representaciónpolítica. En tanto intérprete destacado de la crisis, el kirchnerismo operó fuertes transformaciones en el plano del “representante” y la célebre frase de Néstor Kirchner según la cual no iba a dejarsus convicciones en la puerta de la Casa Rosada, implicó un punto bisagra que define el horizonte de la política de nuestros días: a partir de allí, “representante” es aquel que es capaz delcompromiso que supone tamaña promesa. Las demás alternativas que han querido disputar o instituirse como opción de relevo a esta modo de interpretar la representación política -el “representante” como aquelque vendría a componer entre las partes “crispadas” o, en su versión anti-política, como aquel que se parece más a la “gente” y menos a la “clase política”- tienen asidero en distintos grupos sociales,pero no han logrado aún imponerse a la definición de Néstor Kirchner.
Sin embargo, en la última década también se dieron transformaciones en la forma de pensar al “representado” produciendofuertes intervenciones en el concepto de ciudadanía, ya sea para recuperar la dimensión social del concepto a través de medidas como la AUH, para reconocer derechos de las minorías, como con la Ley deMatrimonio Igualitario, o trascendiendo la idea de que la ciudadanía se reduce a la figura del “elector”, a partir de la emergencia y desarrollo de organizaciones sociales que articulan la participaciónpolítica de diversos sectores. Pero también han surgido cambios en la figura misma del elector y la ley que introdujo el voto a partir de los 16 años es en este sentido la más importante.
En efecto,la sanción de la Ley de Ciudadanía Argentina incorpora como deber cívico el voto de los ciudadanos de 16 y 17 años (aunque, como a los mayores de 70 años, los exceptúa de ser sancionados en caso de...
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