EL JURAMENTO DEL HEROE
Abundan los jefes de Estado que juraron "morir por la Patria" y ni se pusieron en el caso de hacerse matar. ¡Perjuros! Citemos a algunos de los que juraron en falso.
Alejandro de Rusia, cuando Napoleón estaba por invadir a su Patria, dijo a (Armand Augustin Louis de Caulaincourt Caulaincour: "Moriré con mi Nación espada en mano." Historia ... Su Nación supo morir enEsmolensko y en Moscú, pero Alejandro en ninguna parte se puso a tiro y según cierta leyenda trágica que parece historia, acabó peregrinando en Siberia, en expiación de su parricidio. ¡Perjuro!
Luis XVIII sabe que Napoleón volvía de la Isla de Elba y promete a las dos Cámaras "morir en defensa de la Francia como buen descendiente de Enrique IV". Y en seguida huyó a Gante, donde se puso bajo laprotección de las bayonetas enemigas de esa Francia que juró defender. Así, el "buen descendiente de Enrique IV", de quien dijo Enrique Heine (Poeta alemán)"que se pudrió en el trono". ¡Perjuro!
Otro farsante, pero estupendo. Napoleón I está por salir de París para la campaña de Bélgica, reúne también a las dos Cámaras y les dice: "Yo y el ejército cumpliremos con el deber de morir por la Patria."El ejército cumplió el suyo, pero seamos francos y verídicos: Napoleón, en vez de morir con su Guardia, se dio a la fuga y llegó llorando a los Cuatro Brazos, para acabar después en un espantoso cautiverio. En 1815 ya no era el guerrero de la campaña de Italia ni el de la defensa de París. Los más geniales y valientes no lo son en ciertos momentos, dice Voltaire. Henri Houssaye ha probado queel culpable principal de la derrota fue Napoleón y no Grouchy. "Debía haber muerto en Waterloo", gemía el Prometeo encadenado y atormentado por Hudson Lowe en Santa Elena, y suscribimos su afirmación. Pero esa confesión de parte significa que con no morir en Waterloo, también mintió a las Cámaras. ¡Perjuro!
Y saltando sobre otros tantos y tantos valientes de palabra, vamos a Napoleón III.También el hombre jura "morir por la Francia" y en Sedán, poco después, escribe al Rey de Prusia: "No pudiendo morir a la cabeza de mis tropas vengo a poner mi espada (sic) a los pies de Vuestra Majestad". ¡Bonita manera de cumplir su juramento! El cobarde de Sedán, se lee en el AÑO TERRIBLE. ¡Perjuro!
Y así todos, el Kaiser, etc. No entra en misa, la campana y a todos llama ... ¡Tragicomedia elmundo!
Y lo que sale, en resumidas cuentas, es que en Europa ningún jefe de Estado, salvo en la antigüedad Leónidas, Rey de Esparta, murió en una guerra internacional combatiendo por su Patria.
¿Y en América? Igual que en Europa. Piérola, el dictador del Perú, cuando la guerra con Chile, jura morir por la Patria, y después de Chorrillos y Miraflores, pies para qué te quiero. Y antes, Santa Cruz hizo lopropio. Juró también morir por la Patria y nuestro gran O'Leary se divierte con este dato: "Una hora antes de terminar la batalla de Yungay, corre hasta parar en Lima."
Y de Piérolas y Santa Cruces está llena la historia. Claro es que hubo jefes de Estado americanos capaces de hacerse matar y que sólo por fortuna no murieron. Allí está Bolívar, centella de la guerra. Pero con esta salvedad yalgunas más y callando, en cortesía, los nombres de tantos héroes de boquilla, ningún Presidente, Dictador o Monarca americano, murió en sus líneas, en una guerra internacional, espada en mano ni espada en ninguna parte. Ninguno, pronombre indeterminado demasiado absoluto que pide una excepción.
Y esta excepción es el Mariscal López. Al fin en este mundo, baile de disfraces, damos con un héroeauténtico que vale igual o infinitamente más que el Rey de las Termopilas. Vamos a ver sus juramentos y cómo supo cumplirlos.
En Villa del Pilar, al recibir de manos del Obispo nuestra bandera tricolor, decía: Jamás caerá de mis manos esta insignia sagrada de la Patria (15 de diciembre, 1845). Contaba apenas 18 años y es probable que entonces nadie diera mayor importancia a lo que decía aquel...
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