el kevin
En esta maravillosa pintura, César Rengifo hace una magistral interpretación de la enfermedad social que por años ha aquejado a nuestro país.
La escena sedesarrolla en un ambiente rural, sobre una tierra árida, casi desértica, yerma, incapaz de proporcionar el más mínimo sustento. Su esterilidad se hace más patética con la presencia de una plantaxerófila, un sisal o cocuiza que parece haber extraído de esa tierra los últimos alientos de vida que le quedaban y con una inmensa espiga adornada con frágiles flores alza su plegaria al cielo, suplicandoun poco de agua para mantener su solitaria existencia.
El cuadro es dominado por la presencia de 2 figuras cuya marginalidad social se adivina en sus gastadas vestiduras y en sus rudos piesdescalzos, con los cuales se integran a la aridez de la tierra por donde transitan. Ella, es una mujer aún joven, de carnes que conservan sus turgencias y camina hacia un horizonte incierto en busca deayuda para su niño enfermo, a quien ha cubierto amorosamente con su obscuro romantón, queriendo acentuar la relación indivisible que los une y pretendiendo transmitirle a través de su cálido y maternalabrazo la vida que escapa de su frágil cuerpo, por no haber nacido en privilegiada cuna. Probablemente, también susurra en su oído la desgarrada súplica para que no abandone, en el incierto trayecto,el resto de existencia que aún le anima.
Detrás de ella, camina un hombre ya vencido por los años, con su cuerpo encorvado, apoyado en un cayado, de manos toscas y encallecidas, artrósicas. Casi concerteza, es su padre más que su marido, como fiel reflejo de la niñez abandonada y de la paternidad no asumida de los hombres de nuestras latitudes, quien parece ofrecerle argumentos para convencerlade la inutilidad de su esfuerzo y su búsqueda; sin embargo, ella avanza resuelta, queriendo aligerar la distancia que la separa de ese lejano e invisible lugar donde aspira encontrar el remedio...
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