El legado económico de las dictaduras

Uno de los retos más difíciles que enfrentan las nuevas democracias en Latino América en búsqueda de mejorar la gobernanza eficaz y responsable ha sido reformar los estados y para extender el alcance de los mercados en la vida económica. Para casi medio siglo, los recursos del Estado y de las instituciones en los más avanzados países de la región se calculan sus referencias para compensar losfallos del mercado en promoción de la industrialización y distribución de bienestar mediante la intervención en el sector producüve de la economía, la regulación de los mercados comerciales y domésticos, y distribución de una amplia gama de servicios sociales. Cuando la crisis económica se manifestó sí en la década de 1980 tan vívidamente en persistencia secular sin precedentes de endeudamientoexterno y las tasas de cuatro dígitos de la inflación anual, los Estados de repente aparecieron de ser parte del problema en lugar de la solución y por lo tanto una gran necesidad de reorganización. Un consenso político emergió lentamente no sólo que la estabilización y la liberalización del comercio eran ne'cessary sino también que las empresas de propiedad estatal en los sectores productivos y deinfraestructura deben ser transferidos a los sectores privados; mercados clave, como los mercados financieros y laborales, tuvo a ser desregulado; tales responsabilidades sociales como la seguridad social y la salud el cuidado debe ser compartida por el sector privado; y el gasto de los subnacional los gobiernos deben ser controlados, como local y provincial los gobiernos deben ser democratizado,invitar a una mayor participación, y asumir más responsabilidades.
Este consenso a un lado, el estado y la reforma del mercado no se logró sin problemas y en algunas áreas fue casi alcanzado en absoluto. En muchos casos, las reformas procedieron sólo después de largas demoras y después de haber sido signicativamente aguado. En contra de la presión de los acreedores internacionales y las poblacionesinflación cansado, el modelo de estado intervencionista se afianzó en una impresionante variedad "de las instituciones. El camino a las reformas orientadas al mercado que implicaba reformistas precisamente estas estructuras estatales fue bloqueada, la mayoría de los observadores creen que, por muy fuertes intereses creados que podían perder de reforma. Además de los burócratas de la administracióncentral del Estado y los administradores de las empresas de propiedad estatal (Waterbury 1990,303-4), más notables entre los buscadores de rentas que se beneficiaron de estos acuerdos eran los industriales y los trabajadores en protegida industrias (Rodrik 1994,64-66), así como los políticos que basan su una carrera exitosa en la distribución de patrocinio estatal (Geddes 1995).
Cuando losgobiernos tienen éxito contra estas probabilidades, la mayoría de los analistas con: tienden que son capaces de avanzar reformas por una de dos razones. El primero es que la reforma es instigada por la severa crisis económica (Haggard y Kaufman 1995). Esto es así porque las limitaciones económicas hacen que los estados en quiebra a sucumben a los dictados de los acreedores internacionales (Stalüngs1992,41-88), causa un grupo a rendirse y pagar el costo de la estabilización (Alesina y Drazen 1991,1171), causan un consenso para formar en torno al cambio de políticas (Rodrik 1994, . 79), y causar élites del sector privado para cambiar sus preferencias y abrazar la mal menor de la liberalización del comercio en contra de la más potente amenaza de expropiación (Tornell 1991,53-73). Estos enfoquesentienden transiciones económicas debe efectuarse cuando y porque los actores económicos cambian preferencias theks o posiciones tácticas, lo que hacen, a su vez, cuando reconocen que su poder ha sido disminuida a la luz de las realidades económicas cambiantes.
Dado que la mayoría de reformas económicas ha tenido lugar en medio de las crisis de la inflación, la deuda externa, la inversión y la...