El Lenguaje Perdido de las Grúas
He leído periódicos y revistas especializadas pero tan sólo un libro. Ciertamente no encontraba, entre mi amplia biblioteca de más de cinco mil libros, el adecuado a ese tiempo estival quetranscurría entre viaje y viaje, o bien, tomando el sol al lado del mar. Sin embargo, tuve la suerte de dar con “El lenguaje perdido de las grúas” del autor norteamericano David Leavitt. El libro lo leínada más editarse en España a finales de 1987 y me impactó entonces. Ahora ha vuelto a ocurrir lo mismo debido a esos personajes tan lejanos (y a la vez cercanos en sentimientos) que acaban ganándoseal lector de manera que con el paso de las páginas te atrapan con sus conflictos y pasiones que transcurren mucho más deprisa de lo que parece, haciendo balance de la vida trascurrida y de ladificultad de la comunicación. Emotivo y duro pero lleno de ternura, soledad y amor.
El libro trata de las relaciones personales, teniendo como protagonistas a algunos homosexuales que van contándonossu experiencia vital. El título, que tiene doble lectura, se basa en un caso de psiquiatría, posiblemente verídico, que es la triste historia de un niño que nació de la violación de una adolescente,probablemente discapacitada psíquica.
“Inspeccionaba el índice, un poco harta ya y pensando en la comida, cuando descubrió el resumen de un caso que la intrigó. Estaba incluido en una colección deartículos de psicoanálisis guardados en unos estantes perdidos. Siguió la pista de la signatura y cogió el libro del anaquel. Leyó el artículo una vez, rápidamente y con un poco de ansiedad, saltándose...
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