El lenguaje y sus trampas
Baltasar Garzón
Durante milenios las palabras encerraban los secretos del nacimiento y de la muerte, del éxito y del fracaso, de la vida y de todas susposibilidades. Los problemas, sin embargo, aparecen cuando comienza a cuestionarse la representación de los hechos desde el universo del lenguaje. Llegamos así a una primera e inquietante conclusión:las palabras nunca son inocentes o cristalinas, constituyen una realidad compleja. Están sumergidas en un conjunto de relaciones que si son guiadas por la mala fe o por una intención torcida desvían susentido, alteran su contenido y pervierten su significado.
Surge así el lenguaje como arma política, que en vez de incluir, excluye; en vez de aglutinar, separa; en vez de sumar, resta; en vezde agrupar, dispersa; en vez de permitir, censura, y en vez de ayudar, traiciona.
El poder de las palabras, en su lado oscuro, se desarrolla a través de un entramado expansivo y totalitarioque pretende imponer el dominio del significante sobre el significado. De esta manera, el primero, en manos de un poder interesado y corporativo, borra el sentido de lo real, deforma el orden social ypolítico y facilita la manipulación y el engaño.
Si nos detenemos a observar esa realidad veremos con estupor de qué manera las palabras pronunciadas desde el poder, dueño del capitallingüístico y simbólico, traicionan y derriban lo que decimos y hasta lo que pensamos. El sentido de la responsabilidad y del compromiso, de la seriedad, de la firmeza, se han perdido irremediablemente.
Eneste mercado lingüístico, las reglas del discurso gobiernan lo que se dice y queda sin decir e identifican a los que pueden hablar con autoridad y a los que sólo deben escuchar y callar. El discursoverbal dominante en la clase política determina lo que cuenta como verdadero y relevante, lo que se debe hablar y lo que debe ser disimulado u ocultado. Así, el poder protege la forma de pensar y...
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