El Libro De Mormon En El Mundo Moderno
DESDE CUMORA. El Libro de Mormón en el Mundo Moderno.
Por Hugh Nibley.
Segunda Edición. John W. Welch Editor general
Editorial Deseret —Salt Lake City, Utah y La Fundación para Investigaciones Antiguas y Estudios Mormones Provo, Utah © 1988 Editorial Deseret. Traducción Libre al Español por Alberto Caraveo Gutiérrez.
Contenido
Tabla deFiguras Prólogo de la Edición de 1967 Prefacio
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Prólogo a la Edición de 1967.
La historia es el registro de lo impredecible. Los antiguos órdenes sociales discurren sin percibir su propio tránsito. El mundo religioso del Cristianismo Primitivo era justamente el propio de una época inestable. Incluso Tácito, el más incisivo historiador romano, consideró alCristianismo en la etapa terminal del ministerio apostólico nada más que simple superstición de baja reputación. Este hecho motivó al traductor bíblico contemporáneo del mundo Angloamericano a cuestionarse si en ésta era moderna no habría en algún lugar una contraparte del antiguo ministerio ejercido a través de apóstoles inspirados que hubiera pasado desapercibida. En el prefacio de su traduccióndel libro de los Hechos de los Apóstoles, J. B. Phillips consideraba: "Es perfectamente posible que las inéditas y casi desconocidas actividades del Espíritu ejercidas a través de sus agentes humanos al presente revistan una mayor y permanente importancia que todas las noticias registradas en la totalidad de la prensa escrita." La necesidad actual de "actividades del Espíritu ejercidas a travésde sus agentes humanos" difícilmente era un sentimiento compartido en la época en que José Smith anunciaba nueva revelación a un mundo cristiano anclado firmemente en la ortodoxia teológica. Casi un siglo y medio más tarde, la cristiandad está envuelta en la crisis de una revolución doctrinal de tal proporción y magnitud que creyentes y líderes serios muestran la más profunda ansiedad ypreocupación. El rector de la Universidad de Harvard recientemente ha cuestionado la falta de convicción de los maestros que preparan a los ministros cristianos: "Los hombres continúan despreciando los antiguos preceptos de fe...pero ahora los preceptos en sí mismos -profesados abiertamente- son consciente y hasta criminalmente evadidos. Nos hemos convertido, como Tomás, en débiles, vacilantes e incrédulascriaturas." Una cuestión importante ahora consiste en determinar qué doctrinas lograrán sobrevivir cuando los credos que las alimentan carecen de declaraciones válidas de fe. Como nunca antes, la afirmación hecha por José Smith con respecto a la revelación moderna demanda la atención de hombres serios. El hecho de que un erudito de la estatura de Hugh Nibley la haya encontrado tan productiva yestimulante como para pasar años investigando los aspectos presentes en el Libro de Mormón muestra que ningún desentendido fácil para esta obra es una impostura posible de adoptar. Su investigación ha examinado con minuciosidad las declaraciones hechas por José Smith en cada punto en el que el erudito en historia cuenta con las herramientas adecuadas para hacerlo. Afortunadamente para la consecución deeste propósito, José Smith "tradujo" un antiguo registro de historia religiosa de las Américas de aproximadamente igual extensión que las porciones históricas del Antiguo Testamento. Cualquiera que posee una mínima experiencia en el Libro de Mormón sabe que a las partes proféticas del mismo solo se llega tras lidiar capítulo a capítulo con detalles históricos -migraciones provenientes del CercanoOriente; tradiciones y prácticas religiosas; nombres poco familiares y algunos otros aun mas extraños, así como cuestiones económicas, políticas y militares. La sola existencia de una pretendida historia de tal magnitud es una abierta y franca invitación a todo erudito competente para que intente demoler la afirmación de su autor con relación a que estamos tratando con un registro de carácter...
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