El Libro De Pixie

EL LIBRO DE PIXIE
JAVIER RAYA
what I choose is my voice
Billy Corgan

Elegir por ejemplo tu rostro.
Comenzar diciendo: su rostro era...
y recuperar tu rostro eligiendo las palabras más adecuadas
para presentarte a los que no te han visto.
Pero aún antes, suponer que tu rostro se deja cazar,
que se deja matar en la imagen, hacer blanco,
absorber por las bocas abiertas del poema,
que turostro no presiente tras de sí el acecho,
que alerta no recoge su rastro,
que tu rostro no olvida la memoria que lo dice,
que reimprime continuamente su imagen sobre mis ojos
como una fotocopiadora automática
sobre el fondo de las estrellas.
Pero aún antes
suponer que puedo reducirte salvaje, carniceramente,
que tu rostro se dejará almacenar
como un río portátil,
que tu rostro esmateria de pronunciación,
que tu rostro no rebosará el tiempo establecido
destinado a recordar tu rostro y que tu rostro
no saldrá expulsado por las ventanas del día
como un mar que se deja a solas, bajo llave,
en un cuarto con poca iluminación,
animal de luz y agua.
Incluso antes
suponer que alguna vez habité el nombre entero de tu rostro,
que la memoria de ese nombre puede restablecerse
apura fuerza de vocablos impuros,
y que a manera de invocación, tales anodinos,
detestables vocablos
traerán a mi conciencia tu rostro entero
despojado de tus involuntarias significaciones,
de tu obsesión por vestirte pronto y mantener en orden la gravitación de tus caderas;
de tu terror absoluto a que dijera la palabra Auschwitz en tu presencia, porque llorabas,
porque creías que en tu vidapasada fuiste de la Résistence y yo te decía que las vidas pasadas
no existen;

de tu retórica de volumen, de tu voz de soprano del infierno, de tu firmeza dictatorial e
inflexible, de todas las palabras precisas que utilizaste para describirme cómo te lastimé, de
tu belleza sencilla, irrecuperable.
Aún después de todo eso
Decir su rostro era y suponer que supe qué era tu rostro,
quealguna vez aprendí a ver tu rostro,
que puedo convocar aún la sombra de un rostro
prohibido.
*
¿Te acuerdas Pixie de los días amarrados al cuerpo, con la muerte suspendida como un
agua lenta sobre los ojos,
o menos metafísicos, amor,
menos exageradamente,
te acuerdas qué buenas sesiones desnudos en la casa vacía, poblando las habitaciones de
reflejos, abrazos de raíz no subterránea sino dealgo más ligero,
como una raíz de presentimiento en cada una de nuestras intenciones,
en la concordancia de nuestros lúbricos y descarados gestos: sin regusto
a enciclopedia, sin afectación:
te acuerdas Pixie qué bien cogíamos y cuántas veces la buena relación de nuestros genitales
nos salvó de matarnos a golpes o destruirnos a fuerza de palabras dolorosas,
de disparos?
*
Decir: coger. Cogercomo palabra precisa, no como ironía ni como guiño o licencia
literaria para nuestros tiempos cínicos y desencantados. Coger: prensar con el cuerpo,
entregarse a una presión, a una exigencia de la que ninguna metafísica puede dar cuenta.
Coger como experiencia fundamental. Que los pacatos, los que quieran hacer ficción
telenovelera, boleros, salgan con lo de “hacer el amor”. El amor no noshace ni nos hará. El
amor no existe. Existe si algo existe hembra instalada sobre el peso del placer y su
resonancia de macho; existen fluidos y miradas; existen manos sinestésicas, simulacro de
ojos la mano que conforma la curvatura de un cuerpo, inventándolo con el tacto de la
atención absoluta; existe un sabor de sal y temblor adherido al cansancio; existe la
lubricidad del sudor, laextensión de los cuerpos vueltos grandes zonas erógenas de las que
ningún mapa, ningún test de revista para señoras conoce límite ni funcionamiento; existe
la frontera abolida en los extremos de la carne, un vacío intersticial que habitamos
provisionalmente, exiliados del mundo, condenados al país eléctrico de la presencia; existe
la trémula, tibia penetración sobre el sonido de músculos y huesos en...