El Llano En Llamas_R
División Académica:
División Académica de Educación y Artes
(DAEA)
Lic. en Idiomas
Materia: Taller de lectura y redacción
Grupo: 3F
Alumno: Hernandez Gonzalez Gabriel
El llano en llamas (Resumen)
Mi casa a 11:11 Martes 01/09/15
El llano en llamas
Resumen
Ya mataron a la perra, pero quedan el perrito Corrido popular. "¡VIVA Petronilo
Flores!" El gritose vino rebotando por los paredones de la barranca y subió hasta
donde estábamos nosotros. Luego se deshizo. Por un rato, el viento que soplaba
desde abajo nos trajo un tumulto de voces amontonadas, haciendo un ruido igual
al que hace el agua crecida cuando rueda sobre pedregales.
De repente sonó un tiro. Lo repitió la barranca como si estuviera derrumbándose.
Nos dimos vuelta y los miramos porla mira de las troneras. Pasaron los primeros,
luego los segundos y otros más, con el cuerpo echado para adelante, jorobados
de sueño. Les relumbraba la cara de sudor, como si la hubieran zambullido en el
agua al pasar por el arroyo. Siguieron pasando. Llegó la señal.
Se oyó un chiflido largo y comenzó la tracatera allá lejos, por donde se había ido la
Perra. Luego siguió aquí. Fue fácil. Pero estoduró muy poquito. Si acaso la
primera y la segunda descarga. Pronto quedó vacío el hueco de la tronera por
donde, asomándose uno, sólo se veía a los que estaban acostados en mitad del
camino, medio torcidos, como si alguien los hubiera venido a tirar allí. 57 Los vivos
desaparecieron.
Después volvieron a aparecer, pero por lo pronto ya no estaban allí. La tercera
descarga nos llegó por detrás.Brotó de ellos, haciéndonos brincar hasta el otro
lado de la cerca, hasta más allá de los muertos que nosotros habíamos matado.
Luego comenzó la corretiza por entre los matorrales. Sentíamos las balas
pajueleándonos los talones, como si hubiéramos caído sobre un enjambre de
chapulines. Y de vez en cuando, y cada vez más seguido, pegando mero en
medio de alguno de nosotros, que se quebraba con uncrujido de huesos.
Corrimos. Llegamos al borde de la barranca y nos dejamos descolgar por allí
como si nos despeñáramos. Faltaban algunos: once o doce, sin contar a la Perra y
al Chihuila a los que habían arrendado con ellos.
Los Joseses, los dos hijos de la Perra, fueron los primeros en levantar la cabeza,
luego el cuerpo. Por fin caminaron de un lado a otro 58 esperando que Pedro
Zamora les dijeraalgo. Y dijo: Otro agarre como éste y nos acaban. En seguida,
atragantándose como si tragara un buche de coraje, les gritó a los Joseses: —¡Ya
sé que falta su padre, pero aguántense, aguántense tantito! Iremos por él! Una
bala disparada de allá hizo volar una parvada de tildíos en la ladera de enfrente.
Los pájaros cayeron sobre la barranca y revolotearon hasta cerca de nosotros;
luego, al vernos,se asustaron, dieron media vuelta relumbrando contra el sol y
volvieron a llenar de gritos los árboles de la ladera de enfrente.
Hacía cosa de ocho meses que estábamos escondidos en el escondrijo del Cañón
del Tozín, allí donde el río Armería se encajona durante muchas horas para
dejarse caer sobre la costa. Esperábamos dejar pasar los años para luego volver
al mundo', cuando ya nadie seacordara de nosotros. Habíamos comenzado a
criar gallinas y de vez en cuando subíamos a la sierra en busca de venados.
Pero en eso apareció un tal Armancio Alcalá, que era el que le hacía los recados
y las cartas a Pedro Zamora. Fue de mañanita, mientras nos ocupábamos en
destazar una vaca, cuando oímos el pitido del cuerno. Venía de muy lejos, por el
rumbo del 60 Llano. Pasado un rato volvió a oírse.Era como el bramido de un
toro: primero agudo, luego ronco, luego otra vez agudo. El eco lo alargaba más y
más y lo traía aquí cerca, hasta que el ronroneo del río lo apagaba. Y ya estaba
para salir el sol, cuando el tal Alcalá se dejó ver asomándose por entre los
sabinos. Traía terciadas dos carrilleras con cartuchos del "44" y en las ancas de su
caballo venía atravesado un montón de rifles como...
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