El Mal

Desde el principio sentí el Mal, el terror, el miedo; la irracionalidad animal del instinto de supervivencia, el temor a la oscuridad: los fantasmas, los depredadores, los sonidos queantes eran preludio de muerte. Pero todos los que deseamos con ansiedad el sueño eterno, el fin del paseo absurdo sobre la Tierra, no tememos nada.
Sobre el equilibrio en que se basala vida en nuestro mundo: crueldad-compasión, ignorancia-sabiduría, dolor-placer, fundamentamos la elección de nuestra filosofía. Si abstraemos la Idea que generaliza los límites, losextremos que caracterizan cada acción humana, podemos ir simplificando hasta llegar a dos polos radicales y opuestos: el Bien y el Mal.
Pretender hacernos creer que todo lo que percibennuestros sentidos es obra de una Voluntad de la que únicamente participa uno de los Extremos es lógicamente inconcebible. ¿Por qué existen entonces las sensaciones cuya esencia esopuesta al Bien en su totalidad, o al menos, en su mayor parte? Ningún ser puede crear Algo con ingredientes que le son incognoscibles, ineludiblemente externos a él: un ojo que percibieraúnicamente un color plano no podría realizar una obra pictórica y dentro de ella conocer otras entidades de color diferentes a la suya.
Otra cuestión, que queda automáticamente resuelta,es la posible capacidad que podemos tener nosotros de percibir más entidades de Aquello que nos creó: imposible por definición de Demiurgo.

Concluímos finalmente:
Al que debemosnuestra existencia y la de todo lo que percibimos debe poseer el Bien y el Mal; desde el punto de vista humano engloba a Dios y al Demonio.

Personalmente: Por qué elegimos a esteúltimo: No se considera la vida como el valor más importante a proteger, no se aceptan normas éticas absolutas, se busca el mayor placer personal frente al “bien común” de la sociedad...