El Malestar En La Cultura, Resumen 1-4

Capitulo 1
El ser humano mientras busca para el mismo y admira en los demás el poderío, el éxito y la riqueza, menosprecia los valores genuinos que la vida ofrece. Sin embargo existen varios seres a los cuales no se les niega el aprecio a sus semejantes, dado a que su grandeza es de cualidades y obras muy ajenas a los de las masas. Siendo una minoría la que quiere reconoce el justo valor deestos hombres, mientras que la mayoría no quiere saber nada de ellos.
Uno de estos hombres excepcionales, amigo de Freud, le envió una carta una vez compartiendo las ideas de Freud acerca de la religión, pero sin embargo este decía que la religión transmitiría un sentimiento en particular, un sentimiento al que le llamo “sensación de eternidad”, un sentimiento que el humano tendría como de algo sinlímites, ni barreras, en cierto modo “oceánico”. Solo gracias a este sentimiento oceánico podría uno considerarse religioso aunque se rechace toda fe y toda ilusión.
Tal hipótesis del amigo de Freud, lo puso en aprietos, dado a que el afirma que nunca a logrado descubrir en si ese sentimiento oceánico. Es tarea grata el someter estos sentimientos al análisis científico, pero se puede intentar ladescripción de estos fisiológicamente, pero cuando esto no es posible. No queda si no atenerse al contenido ideológico que más fácilmente se asocie con dicho sentimiento. Tratándose, de un sentimiento de indisoluble comunión y sentimiento de inseparable pertenencia a la totalidad del mundo exterior.
A Freud no le llega a convencer de la índole primaria de este sentimiento, pero no por eso tienederecho a negar su ocurrencia real a los demás. La idea de que el hombre podría intuir su relación con el mundo exterior a través de un sentimiento directo para el seria licito intentar una explicación psicoanalítica, del mencionado sentimiento.
Al emprenderse la tarea de resolver este problema nada nos parece más seguro y establecido que la sensación de nuestra mismidad, de nuestro propio “Yo”.Esto siendo algo independiente, unitario, bien desmarcado frente a todo lo demás. El psicoanálisis sin embargo aun tiene mucho que decir sobre la relación entre el “yo” y el “ello”. Este afirma, que el “yo” se continua hacia dentro, con una entidad psíquica inconsciente que denominamos “ello” y a la cual viene a servir como de fachada. Pero por lo menos al exterior, el “yo” parece mantener suslímites claros y precisos. Solo se pierde esto mediante un estado, que si bien extraordinario puede ser tachado de patológico: En la culminación del enamoramiento amenaza esfumarse el límite entre el yo y el objeto. El enamorado afirma que el yo y el tu, son uno, y esta dispuesto a comportarse como si realmente fuera así. Esta patología nos presenta gran número de estados en los que se torna inciertala demarcación del “yo” frente al mundo exterior. El sentimiento “yoico” esta sujeto a trastornos, y los límites del “yo” con el mundo exterior no son inmutables. Este sentido “Yoico” que padece el adulto, tiene que haber sufrido una evolución. El lactante no discierne el “yo” del mundo exterior como fuente de las sensaciones que le llegan. Gradualmente lo aprende por influencia de variosestímulos. Sin duda ha de causarle, la más profunda impresión el hecho de que algunas de las fuentes de excitación sean susceptibles de provocarle sensaciones en cualquier momento, otras se le sustraen temporalmente, entre estas el seno materno, logrando solo atraérselas al expresar su urgencia en el llanto. Con ello comienza a oponérsele al “yo” un “objeto”. Otro estimulo para que el “yo” se desprenda dela masa sensorial, para la aceptación de un “afuera” lo dan las múltiples sensaciones de dolor y displacer que el aun omnipotente principio del placer induce a abolir y a evitar. Surge así la tendencia a disociar del yo cuanto pueda convertirse en fuente de displacer. Formando así un “yo placiente” enfrentando con un “no-yo” con un “afuera”, ajeno y amenazante. De este yo placiente primitivo,...