El malestar en la cultura
Introducción
El malestar en la cultura. (1930 [1929])
Das Unbehagen in der Kultur
Ediciones en alemán
1930 Leipzig, Viena y Zurich: Internationaler Psychoanalytischer Verlag, 136 págs.
1931 2ª 7 ed. La misma editorial, 136 págs. (Reimpreso de la 1ª edición algunos agregados.)
1934 GS, 12, págs. 29-114.
1948 GW, 14, págs. 421-506.
1974 SA, 9, págs. 191-270.Traducciones en castellano
1944 «El malestar en la cultura». EA, 19, págs. 9-113. Traducción de Ludovico Rosenthal.
1955 Igual título. SR, 19, págs. 11-90. El mismo traductor.
1968 Igual título. BN (3 vols.), 3, págs. 1-66.
1974 Igual título. BN (9 vols.), 8, págs. 3017-67.
El primer capítulo del manuscrito original en alemán fue publicado poco antes que el resto del libro en PsychoanalytíscheBewegung, 1, nº 4, noviembre-diciembrede1929. El quinto capítulo apareció por separado en la siguiente entrega de la misma revista, 2, n° 1, enero-febrero de 1930. En la edición de 1931
se añadieron dos o tres notas de pie de página y la oración final.
Freud concluyó El porvenir de una ilusión (1927c) en el otoño d e 1927. Durante los dos años que siguieron produjo muy poco -principalmente, sinduda, a causa de su enfermedad-. Pero en el verano de 1929 comenzó a escribir una nueva obra, también de tema sociológico. El primer borrador estuvo terminado a fines de julio; el libro fue enviado a los impresores a comienzos de noviembre y publicado en realidad antes
de fin de año, aunque en su portada figuraba como fecha «1930» (Jones, 1957).
El título que inicialmente eligió Freud fue «DasUnglück in der Kultur» {La infelicidad en la cultura}, pero más tarde remplazó «Unglück» por «Unbehagen» {malestar}. Como no era fácil encontrar en inglés un buen equivalente para esta palabra, en una carta a la señora Joan Rívíere, traductora de la obra a esa lengua, Freud le sugirió como título «Man's Discomfort in Civilization»; pero fue la propia señora Riviere la que propuso para la versióninglesa el título finalmente adoptado.
El tema principal del libro -el irremediable antagonismo entre las exigencias pulsionales y las restricciones impuestas por la cultura- puede rastrearse en los primeros escritos psicológicos de Freud.
Así, por ejemplo, el 31 de mayo de 1897 le escribía a Fliess que «el incesto es antisocial; la cultura consiste en la progresiva renuncia a él» (Freud, 1950a,Manuscrito N), AE, 1, pág. 299; y un año más tarde, en su trabajo «La sexualidad en la etiología de las neurosis» (1898a), sostendría que se torna lícito «responsabilizar a nuestra civilización por la propagación de la neurastenia» (AE, 3, pág. 270). Sin embargo, en esos primeros escritos Freud no parece haber considerado que la represión era enteramente causada por influencias sociales externas.Aunque en los Tres ensayos de teoría sexual (1905d) se refirió al «vínculo de oposición existente entre la cultura y el libre desarrollo de la sexualidad» (AE, 7, pág. 221), en otro lugar de la misma obra hacía el siguiente comentario acerca de los diques que se levantan contra la pulsíón sexual durante el período de latencia: «En el niño civilizado se tiene la impresión de que el establecimiento deesos diques es obra de la educación, y sin duda alguna ella contribuye en mucho. Pero en realidad este desarrollo es de condicionamiento orgánico, fijado hereditariamente, y llegado el caso puede producirse sin ninguna ayuda de la educación».
La idea de que pudiera existir una «represión orgánica» que allanara el camino a la cultura (idea desarrollada en dos largas notas al pie al comienzo y alfinal del capítulo IV) se remonta también a ese período inicial. En una carta a Fliess del 14 de noviembre de 1897, Freud escribía que a menudo había vislumbrado «que en la represión coopera algo orgánico» (Freud, 1950a, Carta 75), AE, 1, pág. 310; y a continuación sugería, tal como lo haría luego en dichas notas al pie, que la adopción de la postura erecta y el remplazo del olfato por la vista...
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