EL MALESTAR EN LA CULTURA

Páginas: 31 (7703 palabras) Publicado: 5 de agosto de 2015
EL MALESTAR EN LA CULTURA (1930 [1929])
Introducción
El título que inicialmente eligió Freud fue La infelicidad en la cultura pero más tarde reemplazó infelicidad por malestar.
El tema principal del libro es el irremediable antagonismo entre las exigencias pulsionales y las restricciones impuestas por la cultura. No le fue posible a Freud evaluar claramente el papel cumplido en estasrestricciones interiores y exteriores, así como sus efectos recíprocos, hasta que sus investigaciones sobre la psicología del yo lo llevaron a establecer la hipótesis del superyó y su origen en las primeras relaciones objetales del individuo.
Un tramo extenso de esta obra está dedicado a elucidar la naturaleza del sentimiento de culpa; y por eso Freud declara su propósito de situar al sentimiento de culpacomo el problema más importante del desarrollo cultural. Sobre esto se edifica la pulsión de muerte.
Hasta que Freud no estableció la hipótesis de una pulsión de muerte no salió a la luz una pulsión agresiva realmente independiente; esto ocurrió en Más allá del principio de placer (1920). En este escrito y en otros posteriores, la pulsión agresiva era aún algo secundario, que derivaba de lapulsión de muerte, autodestructiva. Y lo mismo es válido para el presente trabajo, aunque aquí el énfasis recae mucho más en las manifestaciones exteriores de la pulsión de muerte.
James Strachey
I
Uno no puede apartar de sí la impresión de que los seres humanos suelen aplicar falsos raseros; poder, éxito y riqueza es lo que pretenden para sí y lo que admiran en otros, menospreciando los verdaderosvalores de la vida.
Hay hombres a quienes no les es denegada la veneración de sus contemporáneos. Uno de estos hombres eminentes me otorga el título de amigo en sus cartas. Yo le envié mi opúsculo que trata a la religión como una ilusión (El porvenir) y él respondió que compartía en un todo mi juicio acerca de la religión, pero lamentaba que yo no hubiera apreciado la fuente genuina de lareligiosidad. Es, me decía, un sentimiento particular, que a él mismo no suele abandonarlo nunca, que le ha sido confirmado por muchos otros y se cree autorizado a suponerlo en millones de seres humanos. Un sentimiento que preferiría llamar sensación de eternidad; un sentimiento como algo sin límites, sin barreras, oceánico. Este sentimiento es un hecho puramente subjetivo, no un artículo de fe.
Yo nopuedo descubrir en mí mismo ese sentimiento oceánico. No queda otro recurso que atenerse al contenido de representación que mejor se aparece asociativamente con tal sentimiento. Si he entendido bien a mi amigo, él quiere decir que “de este mundo no podemos caernos”. Un sentimiento de la atadura indisoluble, de la copertenencia con el todo del mundo exterior. Para mí ese sentimiento tiene más bien elcarácter de una visión intelectual.
Normalmente no tenemos más certeza que el sentimiento de nuestro sí-mismo, de nuestro yo propio. Este yo nos aparece autónomo, unitario, bien deslindado de todo lo otro. Que esta apariencia es un engaño, que el yo más bien se continúa hacia adentro, sin frontera tajante, en un ser anímico inconsciente que designamos ello y al que sirve como fachada. Haciaafuera, parece el yo afirmar unas fronteras claras y netas. Pero el sentimiento yoico está expuesto a perturbaciones, y los límites del yo no son fijos. Por ej.: en la cima del enamoramiento se desvanecen los límites entre el yo y el objeto. O en el caso de una patología, el deslinde del yo respecto del mundo exterior se vuelve incierto, o los límites se trazan de manera incorrecta.
Este sentimientoyoico del adulto no puede haber sido así desde el comienzo. Habrá recorrido un desarrollo. El lactante no separa todavía su yo de un mundo exterior como fuente de las sensaciones que le afluyen. Aprende a hacerlo poco a poco, sobre la base de incitaciones diversas. Tiene que causarle la más intensa impresión el hecho de que muchas de las fuentes de excitación en que más tarde discernirá a sus...
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