El malestar en la cultura

Páginas: 8 (1779 palabras) Publicado: 24 de octubre de 2015
“EL MALESTAR EN LA CULTURA”. FREUD
Freud inicia retomando la idea de la religión como la protección de la Providencia que vela por su vida y resarcirá todas las frustraciones padecidas en el más acá, que no es otra cosa que un Padre. Cuestionando sobre esa relación, entre hombre y religión cita a Goethe y analiza la ubicación de la religión. Señala que la vida como nos es impuesta resultagravosa: nos trae hartos dolores, desengaños y tareas insolubles. Para soportarla no prescindir de calmantes, que son de 3 clases: poderosas distracciones que nos hagan valuar un poco nuestra miseria; satisfacciones sustitutivas que la reduzcan; y sustancias embriagadoras que nos vuelvan insensibles a ellas. No es sencillo ubicar a la religión dentro de esta serie. El autor señala que, innumerablesveces se ha planteado la pregunta por el fin de la vida humana y no hay una respuesta satisfactoria. Su premisa es manifestación de la arrogancia humana. También aquí solo la religión sabe responder a esa pregunta, e indica Freud que difícilmente se errará si se juzga que la idea misma de un fin de la vida depende por completo del sistema de la religión. Por eso pasa a una pregunta menos pretenciosa,¿Qué es lo que los seres humanos mismos dejan discernir por su conducta, como un y propósito de su vida? Qué exigen de ella y qué quieren alcanzar? Entonces la respuesta no es difícil: quieren alcanzar la felicidad y mantenerla. Esta aspiración tiene dos costados una meta positiva y otra negativa; por un lado se quiere la ausencia del dolor y de displacer y por otro vivenciar intensos sentimientosde placer. El programa del principio de placer es que fija su fina la vida, este principio gobierna la operación del aparato anímico desde el comienzo mismo, sobre su carácter acorde a fin de no caben dudas, no obstante lo cual su programa entra en querella con el mundo entero. Es absolutamente irrealizable, las disposiciones del todo lo contrarían y se dirá que el propósito de que el hombre seadichoso (intensos sentimientos de placer) no está contemplado en el plan de la Creación; y lo que repentinamente se llama “felicidad” corresponde a la satisfacción más bien repentina de las necesidades retenidas con alto grado de estasis (sic) y por su propia naturaleza solo es posible como un fenómeno episódico. Si una situación anhelada por el principio de placer perdura en ningún caso se obtienemás que un sentimiento de ligero bienestar; estamos organizados de tal modo que solo podemos gozar con intensidad el contraste y muy poco el estado. De esa forma, Freud indica que no es asombroso que bajo la presión de estas posibilidades de sufrimiento los seres humanos suelan atemperar sus exigencias de dicha, tal como el propio principio de placer se transformó bajo el influjo del mundoexterior en el principio de realidad más modesto; no es asombroso que reconsideren dichosos si escaparon a la desdicha, si salieron indemnes del sufrimiento, ni tampoco dondequiera universalmente, la tarea de evitar este relegue a un segundo plano la de la ganancia de placer.
Una satisfacción irrestricta de todas las necesidades quiere ser admitida como la regla de vida más tentadora, pero ellosignifica anteponer el goce a la precaución, lo cual tras breve ejercicio recibe su castigo. Los otros métodos, aquellos cuyo principal propósito es la evitación de displacer se diferencian según la fuente de este último a que dediquen mayor atención: soledad, como miembro de la comunidad, influir sobre el propio organismo, método químico: la intoxicación(Freud se refiere a estos últimos diciendo entreotras cosas que, lo que se consigue mediante las sustancias embriagadoras en la lucha por la felicidad y por el alejamiento de la miseria, es apreciado como un bien tan grande que individuos aun pueblos le han asignado una posición fija en la economía libidinal. Es notorio que esa propiedad de los medios embriagadores determina justamente su carácter peligroso y dañino y en muchos casos son...
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