El Malestar En La Pareja
Páginas: 4 (903 palabras)
Publicado: 2 de agosto de 2015
EL MALESTAR EN LA PAREJA
Domingo Caratozzolo*
Encontré en el Rich a Ricardo y Chichita quienes me invitaron a esperar en su mesa la llegada de mis acompañantes de una tertulia acostumbrada.Charlando con ellos, Chichita se quejaba de la costumbre de Ricardo de leer en la cama mientras ella trataba de conciliar el sueño, tarea difícil si su marido tenía la luz encendida. Este hecho anecdóticoy si se quiere anodino, es uno de los tantos malestares que un miembro de la pareja causa al otro.
Si bien las estadísticas afirman de manera contundente que la tendencia de los individuos es la deformar una pareja y, más aún, que aquellos que la disuelven tienden, tarde o temprano (y generalmente temprano) a formar otra, ello no es óbice para afirmar que convivir con otra persona es una de lasalternativas más irritantes a la que nos enfrenta la vida.
Ya decía Freud que toda relación afectiva íntima y prolongada entre dos personas –matrimonio, amistad, relaciones entre padres e hijos-contiene un sedimento de sentimientos de desautorización y hostilidad que sólo en virtud de la represión no es percibido. Nos dice además que en las aversiones y repulsas a otras personas con quienestratamos podemos discernir la expresión de un amor a nosotros mismos, de un narcisismo al cual nos es difícil renunciar y que defendemos a ultranza.
Este naricisismo es el que nos impide acomodarnos enuna relación de pareja, en la cual, lograr una cierta armonía necesita de mutuas concesiones que atentan contra los deseos de cada uno de sus miembros. Anteponer el deseo de bienestar de la pareja aldeseo individual no es tarea fácil.
Buena parte del malestar en la pareja es consecuencia de que el ejercicio de la voluntad de uno puede resultar molesta para el otro. Basta con observar un conflictoque al ser tan corriente puede ser minimizado y pasar desapercibido: él quiere mirar el partido de fútbol cuando ella desea mirar una película; planteadas así las cosas, el que renuncia a sus...
Domingo Caratozzolo*
Encontré en el Rich a Ricardo y Chichita quienes me invitaron a esperar en su mesa la llegada de mis acompañantes de una tertulia acostumbrada.Charlando con ellos, Chichita se quejaba de la costumbre de Ricardo de leer en la cama mientras ella trataba de conciliar el sueño, tarea difícil si su marido tenía la luz encendida. Este hecho anecdóticoy si se quiere anodino, es uno de los tantos malestares que un miembro de la pareja causa al otro.
Si bien las estadísticas afirman de manera contundente que la tendencia de los individuos es la deformar una pareja y, más aún, que aquellos que la disuelven tienden, tarde o temprano (y generalmente temprano) a formar otra, ello no es óbice para afirmar que convivir con otra persona es una de lasalternativas más irritantes a la que nos enfrenta la vida.
Ya decía Freud que toda relación afectiva íntima y prolongada entre dos personas –matrimonio, amistad, relaciones entre padres e hijos-contiene un sedimento de sentimientos de desautorización y hostilidad que sólo en virtud de la represión no es percibido. Nos dice además que en las aversiones y repulsas a otras personas con quienestratamos podemos discernir la expresión de un amor a nosotros mismos, de un narcisismo al cual nos es difícil renunciar y que defendemos a ultranza.
Este naricisismo es el que nos impide acomodarnos enuna relación de pareja, en la cual, lograr una cierta armonía necesita de mutuas concesiones que atentan contra los deseos de cada uno de sus miembros. Anteponer el deseo de bienestar de la pareja aldeseo individual no es tarea fácil.
Buena parte del malestar en la pareja es consecuencia de que el ejercicio de la voluntad de uno puede resultar molesta para el otro. Basta con observar un conflictoque al ser tan corriente puede ser minimizado y pasar desapercibido: él quiere mirar el partido de fútbol cuando ella desea mirar una película; planteadas así las cosas, el que renuncia a sus...
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