El manual del juez 2

EL MANUAL DEL JUEZ
CAPITULO SEGUNDO
DEL INTERROGATOTIO

GENERALIDADES
I

El interrogatorio tiene por objeto suministrar al juez todos aquellos datos que puedan contribuir al esclarecimiento del hecho. No ha todas las declaraciones debe dárseles el mismo valor, siento conveniente distinguir las de referencia de las de ciencia propia; las del proceso convicto y confeso de las del que no lo es; lasdel perito de las del testigo, toda ellas se encaminan al mismo objeto. 
Un juez de instrucción adquirirá mayor reputación de hábil a medida que con menor número de diligencias sepa conseguir al resultado, o al menos de no ser esto posible, evitar tramites inútiles y costosas.
Solo podrá clasificarse de bueno a un juez de instrucción cuando sepa desentrañar el sentido de las declaraciones,reuniéndolas todas para formar el esqueleto del proceso, el cual no podremos clasificar de sólidos si se descuida alguno de estos elementos probatorios. Aun cuando no pueda tacharse de negligente al juez que, dejándose llevar por los acontecimientos y por la fuerza de los hechos, no obtiene resultados favorables, es preciso reconocer que de haber puesto algo de su parte para variar el curso de estos.
Enel supuesto de que se aplicara, el juez se metería en un laberinto, del que difícilmente encontraría la salida, y en cuanto a la manera de tomar las declaraciones, el juez deberá ceñirse exclusivamente a las prescripciones de la ley pero como estas solo establece preceptos generales, es necesario que aquel interprete convenientemente a su sentido y lo amplifique cuando sea necesario.

DE LADECLARACIÒN DE LOS TESTIGOS
II

Es conveniente dirigir las declaraciones de los procesados y la de los testigos, porque aunque todas se encaminan al mismo fin, cual es la averiguación de los hechos, los caminos que a este conducen son muy diferentes.
La tarea del juez respecto a los interrogatorios es doble: por un lado deberá tratar el asunto cuidadosa mente hasta en sus más mínimos detalles y por otrolado, ha de procurar que lo declarado por aquellos sea la más fiel expresión de la verdad.
En cuanto lo segundo deberá tenerse en cuenta que el juez, para lograrlo, ha de luchar con dos órdenes de dificultades: de una parte, la ignorancia o defecto de expresión del testigo, que le impide, aun queriendo manifestar la verdad escrita, y de otra parte la mala fe del testigo que vaya con el deliberadopropósito de desfigurarla u ocultarla.

A.- DE LOS TESTIGOS QUE QUIEREN DECIR LA VERDAD

Suele suceder muchas veces que las declaraciones de los testigos son totalmente contradictorias, y asombra ver que todos estos testimonios, que se pretende ser verídicos
Por quienes los presentan, pueden combinarse hasta el punto de forma un solo dato.
Para lograr tal fin, se debe tomaren cuenta la posiciónsocial del declarante, edad, temperamento, interés que pueda tener en el proceso.
Mediante estas observaciones, podrá reunir un conjunto de datos sumamente útiles en casos análogos, clasificando los testigos por las circunstancias mencionadas, y estudiando la influencia que da una de ellas.

B.- DE LOS TESTIMONIOS INEXACTOS PRODUCIDOS POR AL SOBREXITACIÒN DEL DECLARANTE.

Es complicado cuando eltestigo se halla cohibido, que el juez aprecia conveniente su declaración. Al abrirse el féretro, que contenía el cadáver de la reina en 1830 se notó que la víctima había recibido dos golpes de hacha del verdugo, uno en la nuca y otro en el cuello, que separo la cabeza del tronco.
Prueba esto que la sobrexcitación de los ánimos de los testigos que presenciaron aquel terrible acto, y quizá estosmismos testigos, llamados a declarar, hubieran afirmado rotundamente no haber visto al verdugo descargar más que un solo golpe. 
Investigando el número de víctimas, se supo al día siguiente que solo había un muerto y cinco heridos.
Esto prueba que la idea del peligro se presentó con forma tan material a a la imaginación de aquel hombre, que perdiendo el uso de la inteligencia tan solo pensó en huir...