El manzanillo de la muerte, un árbol bajo el que no puedes echarte ni una siesta
Tocar el tronco ocasiona gravesquemaduras, comer los frutos conlleva una intoxicación mortal e incluso quemar su madera produce un humo tóxico. En caso de lluvia, tampoco es conveniente resguardarse bajo el árbol, ya que el agua que seescurre por las hojas se convierte en una lluvia ácida como si cayera ácido clorhídrico.
Ni siquiera se aconseja echarse una siesta debajo, pues expele un polen, sobre todo en las horas de mayortemperatura, que es sumamente cáustico y consume con facilidad la tela de algodón y otros materiales ligeros. Por lo tanto colocarse bajo la sombra de este árbol durante largo tiempo puede producir eczemasen la piel que pueden llegar a convertirse en quemaduras de primer y segundo grado.Todas las partes de la planta, corteza, hojas, flores y frutos, dejan manar al romperse un látex blanquecino ypoderosamente irritante que incluso puede ocasionar ceguera en contacto con los ojos. Pero si mirarlo es peligroso, comer sus frutos se convierte en un suicidio.
La mayoría de las muertes se han producidocuando los incautos turistas que visitan las playas caribeñas han comido la sabrosa manzana que da como frutos y que se pueden encontrar desperdigadas por la arena. Al probarlas, el gusto dulce yagradable del mordisco inicial se convierte a los diez minutos en una inflamación virulenta de las mucosas, la tráquea se cierra y, en algunos casos, se produce una hemorragia masiva en cuanto la toxina...
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