El Mar Del Silencio Cussler Clive
Diciembre de 1941. Cinco hermanos descubren algo prodigioso en una pequeña cueva de una isla situada cerca de la costa del estado de Washington. Sin embargo, la noticia del ataque a Pearl Harbour impide que la exploren y todo queda olvidado. En la actualidad. Juan Cabrillo y su equipo siguen el rastro de un satélite que se ha estrellado. Sus pasos los llevan hasta aquella isla y alsecreto que los cinco hermanos descubrieron. Una vez allí, deberán desentrañar un misterio que ha permanecido silenciado desde tiempos ancestrales. Todo apunta a una antigua expedición china y una maldición que ha sobrevivido durante cinco siglos. Juan Cabrillo y su tripulación de élite vuelven a embarcarse en el Oregon para vivir una aventura que les puede proporcionar una recompensainconmensurable... o arrebatarles la vida.
Prólogo
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CLIVE CUSSLER
Y
JACK DU BRUL
EL MAR DEL SILENCIO
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Título original: The Silent Sea
© 2010, Sandecker, RLLLP
© 2011, Random House Mondadori, S.A.
© 2011, Alberto Coscarelli Guaschino, por la traducción.ISBN:978-84-9989-363-1
La brisa bella sopló, la espuma blanca flotó, la estela nos seguía libre; éramos los primeros que jamás irrumpieron en ese Mar del Silencio.
Samuel Taylor Coleridge, La balada del viejo marinero
Prólogo
7 de diciembre de 1941 Pine Island, estado de Washington
Una mancha dorada saltó por encima de la borda de la pequeña embarcación en el momento en el que la proa tocó el fondorocoso de la playa. Cayó al agua con un chapoteo y nadó contra la resaca, con la cola levantada como un banderín triunfante. Cuando el perro llegó a tierra, se sacudió y las gotas volaron como chispas de diamante en el aire seco; luego miró hacia el esquife. El animal ladró a una pareja de gaviotas en la playa que, espantadas, remontaron inmediatamente el vuelo. Viendo que sus compañeros tardabanmucho en llegar, el perro corrió hacia la primera línea de árboles; sus ladridos se fueron apagando hasta que desapareció en las profundidades del bosque que cubría la mayor parte de la isla, a tan solo una hora de remo de tierra firme. —Amelia —gritó Jimmy Ronish, el más joven de los cinco hermanos que iban a bordo de la embarcación. —No le pasará nada —lo tranquilizó Nick, que dejó los remos enel suelo de la barca y cogió el cabo de proa. Era el mayor de los chicos Ronish. Calculando el salto a la perfección, pisó los cantos rodados de la playa justo cuando el oleaje retrocedía. Con tres zancadas fue más allá de la línea de algas y restos depositados por el mar y pasó el cabo alrededor de un tronco blanqueado por la sal marina y el sol y con la superficie cubierta de numerosasiniciales talladas. Tiró del cabo hasta dejar el esquife embarrancado en la arena y lo ató. —Moveos —ordenó Nick Ronish a sus hermanos menores—. La marea bajará en cinco horas, y tenemos mucho que hacer. Si bien la temperatura del aire era suave en esta época del año, las aguas del Pacífico Norte eran gélidas, pero tenían que descargar mojándose con las olas que rompían. Una de las piezas más pesadas delequipo era un rollo de cuerda de cáñamo de cien metros de longitud que Ron y Don, los mellizos, tuvieron que cargar entre los dos para llevarlo a la playa. Jimmy se hizo cargo de la bolsa con la comida, y como tenía nueve años ya era suficiente carga para su delgado cuerpo. Los cuatro chicos mayores —Nick de diecinueve, Ron y Don un año más jóvenes, y Kevin once meses menor que estos— podríanhaber pasado por cuatrillizos con el pelo rubio largo y los ojos azul claro. Conservaban la alegre energía de la juventud en sus cuerpos, aunque se estaban convirtiendo muy deprisa en hombres. Sin embargo, Jimmy era pequeño para su edad, con el pelo oscuro y los ojos castaños. Sus hermanos se burlaban de él diciéndole que se parecía al señor Greenfield, el dueño del colmado, y aunque Jimmy no tenía...
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