El mar no piensa
La muerte, esa forma oculta de la vida, nos enseña que la vida no tiene muerte para elque entiende a tiempo su sentido. Entendamos y hagamos entender a quien lo dude que la Libertad es la religión definitiva; la poesía de la libertad, el culto nuevo; mientras, nosotros, los hombres,todos, los nuevos sacerdotes. Que los pobres, las estrellas y el Pontífice lo entiendan: la Libertad es la religión definitiva. Pidamos todo el corazón del mar para la paz.
Al Sol amemos porque nose cansa. A los animales porque no se quejan. A los hombres cuando al fin se alcen y traigan las estrellas hasta el suelo. Hijos de la mar, del mar que sitúa vértigos y aspiraciones. Hijos del mar,testigo de guerras, sueños e invasiones, una el mar el ritmo, la música, las mitras, los fusiles, el mundo, la idea, la ocasión. Comuniquémonos a través del mar, que es como decir a través del sueño.Lamentémonos ahora, de que la gran obra nos falte, no porque nos falte ella, sino porque ésa es señal de que nos falta aún el pueblo magno de que ha de ser reflejo - que ha de reflejar - (de que ha deser reflejo).
Renazca, entonces, la cena que recrea y enamora, lejos de la antigua cena miserable. Tirémonos al mundo. Añadamos, por fin, algo al mundo. Acerquémonos todos a la vida, al parentescoque a las costas de la divina antigüedad nos ata.
Alejémonos de las cosas, pongamos un mar de por medio, para ver las cosas de cerca... Porque, ya sabemos, el mar lo comienza todo una y otra...
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