El Maravilloso Arte De Ser Uno Mismo
En la constante ansiedad de sabiduría que llena la vida de los que no temen llamarse filósofos, ocupa un lugar destacado la búsqueda y encuentro del propio ser interior. Esta actitud, que muchas veces puede llevar a un egoísmo incontrolado si no está regida por una sanavocación moral, es el reflejo de la búsqueda y descubrimiento de las grandes leyes del universo. Después de todo, aquel aforismo hermético que nos señala que “Así es arriba como es abajo” no deja de tener validez a pesar de los siglos transcurridos.
Queda a la filosofía, pues, la búsqueda y el encuentro de esas verdades que ayudan a armar el complejo cuadro de la existencia. Y, gracias a eseespíritu de investigación, suelen aparecer ante nosotros pequeñas o grandes inspiraciones de la mano de una máxima olvidada, de un consejo de los viejos sabios que se enterró junto a las tumbas de los que vivieron a la luz de esos sabios. Pero nada importa cuando la luz de nuestro presente vuelve a revivir profundas enseñanzas. Ese es el caso del epígrafe que encabeza este escrito. Breve, conciso ycontundente, tanto como para obligarnos a detener la marcha alocada de la mente y hurgar, palabra a palabra, el contenido de esas claves sencillas que pertenecen al maravilloso arte de ser uno mismo.
Ser uno mismo ha quedado reducido a unas meras formalidades que afectan a la buena vida y conservación del cuerpo, y naturalmente, a la satisfacción de una psiquis desordenada en conjugación con unasideas no menos confusas. Ser uno mismo es apenas dejarse llevar, dejarse empujar por la existencia, no obedecer a nada ni a nadie, ni siquiera a uno mismo, porque ese “uno mismo” todavía no ha hecho verdadero acto de presencia en la conciencia.
Pero es imposible evadir el encuentro con el yo. Algunos pierden sus horas atrapados por el miedo a la muerte, a lo desconocido, a los poco creídoscastigos del más allá y, sin embargo, tan temidos en los recovecos más ocultos del hombre. El verdadero peligro está, aunque no se vea así, en el desconocimiento de uno mismo, en la falta de realidad de uno mismo, en la carencia de apoyo en algo que no depende del mundo exterior, en la falla de ese eje que está en cada ser humano, si bien con poca consistencia todavía como para mantenerse erguido yelevar la conciencia sobre el pedestal de la seguridad, de la confianza que proporciona la sabiduría.
Construir caminos
Es una etapa fundamental en este arte del que hablamos. No se puede llegar a ninguna parte, ni siquiera a sí mismo, sin construir caminos. Pero ¿los construimos verdaderamente?
La mayoría de las veces ni siquiera miramos por dónde caminamos. Seguimos una corriente humana, masas quese desplazan por senderos trillados, por movimientos cambiantes de opinión que determinan giros bruscos e incomprensibles en la dirección de nuestros pasos. Pero allí van todos y allí vamos nosotros también. Arrastramos los pies por sendas repletas de desperdicios: el basural de lo que cada uno aporta a medida que camina o en la medida en que se detiene sin atreverse a avanzar. Tropezamos, no condificultades, sino con los escollos que vamos formando nosotros mismos.
Es difícil construir. Pero, a veces, construir es sencillamente limpiar viejos caminos que han quedado olvidados, rutas que sirvieron durante siglos para llegar a la meta, hoy cubiertas de malezas y piedras, pero sin duda mucho más limpias que las otras donde se amontonan los que no saben hacia dónde van. El hombre humildeque limpia, que quita altos pastos y recoloca las piedras en los bordes, abre caminos, construye caminos, porque los devuelve a la vida.
Y si los hay más valientes, a estos les corresponde el abrir nuevos rumbos. Los valientes deben ser además hábiles conocedores porque es imposible construir un camino si no se tiene muy claro el punto de partida, el punto de llegada y las desviaciones o...
Regístrate para leer el documento completo.