El Matadero
ElJuez del Matadero, personaje importante, caudillo de los carniceros y que ejerce la suma del poder en aquella pequeña república, por delegacióndel Restaurador. Fácil es calcular que clase de hombre serequiere parael desempeño de semejante cargo. La casilla, por otra parte es un edificiotan ruin y pequeño que nadie lo notaria en los corrales a no estar asociadosu nombre al del terrible Juez y noresaltar sobre su blanca cintura los siguientes letreros rojos: ”Viva la Federación”, “Viva el Restaurador y laheroína doña Encarnación Ezcurra”. (Echeverría, El Matadero, 49).
Cosa extraña que hayaestómagos privilegiados y estómagos sujetos ainviolables y que la Iglesia tenga la llave de los estomagas.(Echeverría, El Matadero, 49)
Es de creer que el Restaurador tuviese permiso especial de suIlustrísima para no abstenerse de carne, porque siendo tan buen observador de lasleyes, tan buen católico y tan acérrimo protector de la religión, no hubieradado mal ejemplo aceptando semejanteregalo en día santo.(Echeverría, El Matadero, 49)
Es de creer que este un joven como de veinticinco años, de gallarda y bien apuesta persona, que mientras salían en borbotones de aquellas desaforadasbocaslas anteriores exclamaciones, trotaba hacia Barracas, muy ajeno de temor peligro alguno montando, empero, los significativas miradas de aquel grupode dogos de matadero, echa maquinalmente ladiestra sobre las pistolasde su silla inglesa, cuando una pechada al sesgo del caballo de Matasietelo arroja de los lomos del suyo tendiendolo a la distancia boca arriba y sin movimiento alguno....
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