El Maximato
Páginas: 20 (4947 palabras)
Publicado: 17 de febrero de 2013
Capítulo 2. El caudillo ha muerto, viva…el Jefe Máximo.
Tzvi Medin El Minimato presidencial: historia política del maximato (1928-1935), México, Era, 1972 (Quinta reimpresión, 1991, pp. 29-38).
El asesinato del caudillo nacional implicaba la desaparición del único principio de unidad y estabilidad conocido en la tradición política mexicana hasta ese momento. Su alternativa era laguerra civil, posibilidad agudizada por el hecho de que en el ámbito nacional se había difundido seriamente la opinión de que tanto Morones como Calles habían estado involucrados en el asesinato. La mayor parte del ejército federal era obregonista y se vislumbraba desde el primer momento. Según el coronel Jesús Vidales Marroquín, destacado político obregonista en el Distrito Federal, que fue nombradoluego del asesinato como oficial mayor de la policía.
[…] muchos jefes de operaciones el día que murió Obregón, se fueron al garage de sus casas y dijeron que se iban a sus jefaturas a levantarse en armas porque temían que el presidente Calles los mandara fusilar; estaba latente la idea de que Calles había tomado parte en el atentado.
El grupo de obregonistas extremosreaccionó violentamente y Ricardo Topete jefe del Bloque Nacionalista Obregonista, ya a sólo dos días del asesinato le propuso a su hermano, el general Fausto Topete, gobernador electo de Sonora, llevar a cabo un levantamiento armado en la capital, donde contaba con la adhesión de diferentes unidades militares. Pero su hermano prefirió esperar y comenzar la rebelión en los estados.4 Este grupo demilitares obregonistas (los hermanos Topete, Escobar, Manzo, Aguirre, Amaya, Carabeo, etcétera) tenía la convicción de que Calles se había encontrado involucrado en el crimen. Ricardo Topete nos relata que la noche previa al asesinato, Obregón inclusive se había decidido a volver a Sonora de inmediato como consecuencia de la tirantez de sus relaciones con Calles, y que les habían llegado constantementeinformaciones sobre los denodados esfuerzos de Morones por incitar a Calles a autorizar alguna acción contra Obregón.5 Esta visión es rechazada del todo por los callistas, y Fernando Torreblanca señala que Calles había apoyado la reelección de Obregón y que las acusaciones eran solamente el producto de la imaginación y la ira ciega de los militares obregonistas.6
La cólera de los obregonistasse dirigió fundamentalmente hacia Morones, y Vidales Marroquín nos relata que él participó en uno de los grupos que armados con ametralladoras salieron el mismo día del velorio de Obregón a buscar por toda la ciudad al líder cromista. 7 Pero sus búsquedas fueron infructuosas, puesto que Morones y otros líderes de la CROM se escondieron, por orden del mismo Calles, en el sótano de una de lasfábricas militares.8
Pero más allá del dolor y del enojo el grupo obregonista quedó huérfano, y además de ello dividido de antemano. Su nexo de unión fundamental lo había constituido la perspectiva común de tomar parte en el gobierno de Obregón a tal o cual nivel; ahora que esta perspectiva había desaparecido, los diversos grupos obregonistas tomaron diferentes posturas con el deseo de adelantar susintereses específicos, y fundamentalmente personales, en la nueva y compleja situación.
El mismo día del asesinato de Obregón se reunieron algunos de los principales dirigentes del Centro Directivo Obregonista para analizar la situación y decidir que hacer. Entre ellos estaban Aarón Sáenz, Portes Gil, Arturo H. Orci, Marte R. Gómez y Luis León.9 Había llegado a su conocimiento que “muchos delos amigos de Obregón que tenían gran influencia en los estados, manifestaban francamente su deseo de rebelarse contra el gobierno constituido”10 y ello los impulsó a tomar una acción inmediata, tanto para aprovechar la difícil situación de Calles, como para evitar una posible acción militar por parte de los militares obregonistas, acción que marginaría a los políticos obregonistas en la...
Tzvi Medin El Minimato presidencial: historia política del maximato (1928-1935), México, Era, 1972 (Quinta reimpresión, 1991, pp. 29-38).
El asesinato del caudillo nacional implicaba la desaparición del único principio de unidad y estabilidad conocido en la tradición política mexicana hasta ese momento. Su alternativa era laguerra civil, posibilidad agudizada por el hecho de que en el ámbito nacional se había difundido seriamente la opinión de que tanto Morones como Calles habían estado involucrados en el asesinato. La mayor parte del ejército federal era obregonista y se vislumbraba desde el primer momento. Según el coronel Jesús Vidales Marroquín, destacado político obregonista en el Distrito Federal, que fue nombradoluego del asesinato como oficial mayor de la policía.
[…] muchos jefes de operaciones el día que murió Obregón, se fueron al garage de sus casas y dijeron que se iban a sus jefaturas a levantarse en armas porque temían que el presidente Calles los mandara fusilar; estaba latente la idea de que Calles había tomado parte en el atentado.
El grupo de obregonistas extremosreaccionó violentamente y Ricardo Topete jefe del Bloque Nacionalista Obregonista, ya a sólo dos días del asesinato le propuso a su hermano, el general Fausto Topete, gobernador electo de Sonora, llevar a cabo un levantamiento armado en la capital, donde contaba con la adhesión de diferentes unidades militares. Pero su hermano prefirió esperar y comenzar la rebelión en los estados.4 Este grupo demilitares obregonistas (los hermanos Topete, Escobar, Manzo, Aguirre, Amaya, Carabeo, etcétera) tenía la convicción de que Calles se había encontrado involucrado en el crimen. Ricardo Topete nos relata que la noche previa al asesinato, Obregón inclusive se había decidido a volver a Sonora de inmediato como consecuencia de la tirantez de sus relaciones con Calles, y que les habían llegado constantementeinformaciones sobre los denodados esfuerzos de Morones por incitar a Calles a autorizar alguna acción contra Obregón.5 Esta visión es rechazada del todo por los callistas, y Fernando Torreblanca señala que Calles había apoyado la reelección de Obregón y que las acusaciones eran solamente el producto de la imaginación y la ira ciega de los militares obregonistas.6
La cólera de los obregonistasse dirigió fundamentalmente hacia Morones, y Vidales Marroquín nos relata que él participó en uno de los grupos que armados con ametralladoras salieron el mismo día del velorio de Obregón a buscar por toda la ciudad al líder cromista. 7 Pero sus búsquedas fueron infructuosas, puesto que Morones y otros líderes de la CROM se escondieron, por orden del mismo Calles, en el sótano de una de lasfábricas militares.8
Pero más allá del dolor y del enojo el grupo obregonista quedó huérfano, y además de ello dividido de antemano. Su nexo de unión fundamental lo había constituido la perspectiva común de tomar parte en el gobierno de Obregón a tal o cual nivel; ahora que esta perspectiva había desaparecido, los diversos grupos obregonistas tomaron diferentes posturas con el deseo de adelantar susintereses específicos, y fundamentalmente personales, en la nueva y compleja situación.
El mismo día del asesinato de Obregón se reunieron algunos de los principales dirigentes del Centro Directivo Obregonista para analizar la situación y decidir que hacer. Entre ellos estaban Aarón Sáenz, Portes Gil, Arturo H. Orci, Marte R. Gómez y Luis León.9 Había llegado a su conocimiento que “muchos delos amigos de Obregón que tenían gran influencia en los estados, manifestaban francamente su deseo de rebelarse contra el gobierno constituido”10 y ello los impulsó a tomar una acción inmediata, tanto para aprovechar la difícil situación de Calles, como para evitar una posible acción militar por parte de los militares obregonistas, acción que marginaría a los políticos obregonistas en la...
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