¡EL MEJOR REGALO!
Me inmunizo convenientemente y estoicamente me preparo para soportar unos minutos de las nunca bien ponderadas pero necesarias tandaspublicitarias. Pero, en ese pequeño paréntesis de tan solo unos minutos –por los avisos-, me percato que se acerca inexorablemente uno de los días más significativos para cualquiera que se precie de buen hijo. Estamos a unos días de la fecha en que se conmemora en nuestro país el “Día de la madre”.
Mi imaginación empieza a volar, revolotean algunas ideas en la mente. No puedo perder tiempo y darlela oportunidad al colesterol a que haga de las suyas, -me digo a mí mismo-, tomo un lápiz para papel y unas hojas de tamaño oficio de las que siempre tengo a mano para este tipo de circunstancias y empiezo a esbozar…
¿Qué más se puede decir de mamá que no se haya dicho antes? A veces las palabras suenan vacías cuando se trata de sentimientos que se escuchan mejor en un abrazo o en una miradaintensa y llena de gratitud. Las madres, se ha dicho, fueron creadas porque Dios no puede estar en todas partes. Y pareciera que sí… ¿O no recuerdan alguna vez en la que ella con sus manos y caricias curó algún raspón? Bastaba ver sus ojos tristes, ávidos, para olvidar el dolor y sonreírle.
Otro rasgo inequívoco de su procedencia divina es esa facilidad con la que presienten los peligros queacechan a sus hijos. 'No me gusta ese amigo', dicen recelosas, y no tarda la traición que dé sustento a su corazonada. No necesitan más que mirarnos un instante para saber que algo nos duele, y con una segunda mirada deducen si el dolor es del alma.
Más pruebas de esa aureola que las mujeres adquieren llevan desde que conciben su primer bebé… ese modo de cocinar... ¿No es para sospechar que unángel se metió en la cocina?
Ellas están conscientes de esas facultades divinas que las hacen refulgir en nuestra memoria. ¿No sé que van a hacer cuando falte?, dicen bromeando, pero también preocupadas... de veras, ¿Qué hacemos cuando ellas se van? Llorarles por el resto de nuestros días, lamentando lo que pudimos darles, añorando su presencia, su orden, pero sobre todo su amor.Asociadas siempre a esa figura encorvada, coronadas con una 'cebollita' de canas, las mamás son, sin embargo, ese pilar indestructible sobre el cual se levanta nuestra vida entera. Y si no lo crees así, mira hacia atrás, seguro la recordarás vestida para ir a la oficina, con una sonrisa, o cansada después de la jornada de trabajo, pero dispuesta a revisar tu tarea, con la energía suficiente parareprenderte de manera sutil si no habías hecho bien los deberes.
Mil veces se ha hablado del amor maternal y su carácter heroico, infinito. Y cada quien, en algún momento habrá pensado para sí que es cierto, que no hay cosa más grande que ese calor tan dulce que hay en los brazos de mamá.
En uno de mis viajes -disfrazado de turista-, en un recorrido por la hermosa e inigualable ciudad deMéxico, casi en el cruce de las avenidas Insurgentes y Reforma observé con asombro que existe un muy contemporáneo 'Monumento a la Madre' que reza… 'A la que nos amó aún sin conocernos'. Pero como mi imaginación siempre hace de las suyas, instantáneamente me hizo caer en cuenta de lo simple que es la frase y de lo fácil que se podría corregir para dar la real dimensión al amor maternal, por lo que...
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