el mercader y el loro
Narrador:
Había una vez, en Persia, un rico mercader que vivía en una mansión repleta de exquisitos tesoros. Poseía suave seda de China, delicadas joyas de la India, y cristal de colores de Occidente. Sin embargo, de todas las cosas hermosas que poseía el mercader, lo que más quería era un loro de la India. No era un loro corriente, sino un loro que entretenía alsolitario mercader con antiguas leyendas y largas historias. El mercader había construido para su loro un jardín muy hermoso, atendía todos los deseos del loro, excepto uno: Dejarlo salir de la jaula.
Mercader:
Lo siento querido loro, no puedo abrirte la jaula, porque tarde o temprano te irías volando como todos los pájaros. Y yo no puedo quedarme sin tí.
Narrador:
Un día, el mercader se preparabapara salir de viaje.
Mercader:
Voy a hacer un viaje a la india. ¿Quieres algo de tu tierra natal? Dímelo y te lo compraré.
Loro:
Sí, deseo una cosa, y no te costará ni una moneda de oro. Si pasas por la jungla, saluda a mis hermanos. Diles que recuerdo a menudo los días en que volábamos libres. Y, te lo ruego, señor, tráeme su respuesta.
Narrador:
El mercader viajo a la India y cargo sucaravana con especias, Joyas y oro. Y el último día, visitó la jungla para hacer lo que le había pedido el loro. Allí vio a los hermosos loros, tan parecidos al suyo.
Mercader:
Queridos loros, les traigo un mensaje de su hermano.
Narrador:
Los loros no hicieron caso al mercader.
Mercader:
Mi loro quiere una respuesta, ¿qué quieren que le diga?, ¿tienen algún mensaje para su hermano?Narrador:
De nuevo, no hubo respuesta. Pensó entonces que tal vez ningún loro sabía hablar como el suyo. Estaba a punto de irse cuando un loro cayó al suelo.
Mercader:
-¡0h, no!
Narrador
Al momento cayó otro loro. Y luego otro y otro….Hasta que no quedo ninguno en las ramas. Todos yacían en el suelo, inmóviles y sin vida.
Mercader:
Ángeles del cielo, ayúdenme, ¿qué le diré a mi loro?, no se mueranpor favor, loritos.
Narrador:
El mercader regresó a casa con un peso en el corazón tan grande como todos los montones de riquezas de su caravana.
Loro:
Bienvenido, señor ¿cómo te ha ido el viaje?
Mercader:
Fui a ver a tus hermanos y les transmití tu mensaje. Pero, ¡ay!, no contestaron.
Loro:
¿No contestaron?
Narrador:
El mercader le conto como le escucharon los loros sin hablar ycomo cayeron al suelo, uno tras otro, rígidos como piedras. Tan pronto como el mercader hubo acabado, su loro cayó al suelo de la jaula, inmóvil y sin vida.
Mercader:
¡La cólera de Dios ha caído sobre mí!, lorito mío no te mueras por favor.
Narrador:
El mercader abrió la puerta de la jaula para sostener al loro junto a su corazón. Y al instante, el loro se escapó volando.
Mercader:
¡Estásvivo!
Loro:
¡Y libre…, gracias a la respuesta de mis hermanos!
Mercader:
¡Pero si no dijeron nada!
Loro:
No contestaron con palabras, si no con hechos. Los saludos que les envié, en realidad eran una petición de ayuda.
Mis hermanos, al callarse, me decían que era mi lengua la causante de que estuviera cautivo. Al caerse al suelo, inmóviles, me mostraron el camino de la libertad. Así queme he dejado caer y me he quedado inmóvil, haciéndome el muerto.
Abriste la jaula sólo porque pensaste que ya no podía salir volando.
Mercader:
¡Quédate conmigo!
Loro:
¡Siempre atendí todos tus deseos! excepto uno, el que más me importa: mi libertad!
Narrador:
Y se fue volando hasta la selva. Colorín colorado este cuento se ha terminado.
La gallina hambrienta
Narrador:
Eraseuna vez una gallina hambrienta, que comía y comía, y crecía y crecía, y cuento más comía, más crecía.
En lo alto de la montaña vivía un coyote. Y todas las mañanas, el coyote observaba cómo la gallina salía del gallinero, más gorda cada día.
Todas las mañanas el coyote se acercaba silenciosamente a la granja, se detenía y pensaba.
Coyote:
Si espero un día más, la gallina se pondrá aún más...
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