El miedo a elegir la opción equivocada
Nos preocupa que si las cosas no salen como pensamos, terminaremos sintiéndonos estúpidos, avergonzados, heridos, aislados, o rechazados. Entonces, ante estaposibilidad, preferimos no arriesgar y escoger lo más seguro, que en muchas oportunidades significa no hacer nada.
No hablamos en público porque si fallamos estaremos avergonzados. No invitamos a salir aesa persona que nos gusta tanto por miedo a ser rechazados. No organizamos la cena en nuestra casa con los vecinos que nos encantaría conocer, por miedo a que digan que no y sentirnos aislados. Y asímuchas más cosas.
El deseo de seguridad, la hostilidad hacia aquello que percibimos como arriesgado, hace que terminemos viviendo vidas más pequeñas de lo que deberían ser. Diferentes investigacioneshan encontrado que cuando somos mayores, lamentamos más lo que no hicimos que los errores que cometimos. Es decir, nos duelen más los polvos que no pedimos que los que nos negaron.
Una forma más sanay divertida de encarar la vida es tomarla como si fuera un continuo experimento. Probar cosas nuevas cada día, y asumir con naturalidad que algunas saldrán bien y otras no tanto. La realidad es quemuchas de las consecuencias a las que tememos, al final no resultan tan catastróficas como imaginamos. En cambio las gratificaciones pueden ser enormes.
Las investigaciones del psicólogo social DanielGilbert han demostrado que somos muy malos prediciendo cómo nos sentiremos al afrontar hechos desagradables. Los sobrellevamos mejor de lo que creemos, y el responsable de ello es nuestro cerebro.El pedazo de carne que tenemos detrás de la frente, tiene una capacidad asombrosa para sacarnos del hoyo, y evitar que suframos de manera innecesaria. Si por ejemplo te armas de valor, e invitas a...
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