El Miedo A Los Fantasmas
EL MIEDO A LOS FANTASMAS
Para desarrollar este ensayo, me he basado en el artículo "Morirse uno mismo" de Vicente Verdú, publicado el día 13 de noviembre del 2009. Me gustaría enfocarlo en torno a dos temas: el primero, el del suicidio por amor, tratado tácitamente en el primer párrafo del artículo y cuyo fondoconsidero muy interesante; y el segundo, el de dejarnos morir, que queda explícito en el texto.
Muchos son los artistas que se encontraron encerrados en el desconsuelo, la desesperación, la desmoralización y el derrotismo tras un fracaso en el amor. Solos ante la adversidad, ante un tropiezo en el camino de ese complicado mundo que es "el amar". Safo de Lesbos, la primera mujer poeta que se registraen la cultura occidental, se suicidó por mal de amores. El rechazo de un hombre propició su decisión de tirarse al mar. "Eros que paraliza los miembros, esa serpiente que otra vez me intranquiliza… dulce, amarga e invencible"; podemos leer en sus versos, en los que concibe el amor como algo maligno, terrible.
Antes de comenzar a escribir este ensayo, entendía el suicidio por amor como unaauténtica utopía, una innegable idealización que sólo podía tener cabida en la ficción; en los versos teatrales de Shakespeare o en las cartas del joven Werther de Goethe.
Son trece las veces en las que William Shakespeare recurre al suicidio: en "Hamlet", Ofelia reacciona con la locura y el suicidio a un desengaño amoroso en realidad falso; y en "Romeo y Julieta" ambos protagonistas dan fin a su vidareticentes a aceptar que su romance es imposible.
También el séptimo arte refleja la decepción del enamorado y su afán de concluir con la vida. Lo vemos en "Esplendor en la hierba", película en la que la protagonista, interpretada por Natalie Wood, intenta suicidarse al ser separada de su novio, después de sufrir ella un brote de locura. En "Ana Karenina", basada en la magnífica novela de LeonTolstoi, Ana, interpretada por Greta Garbo, se lanza a las vías del tren después de descubrir los amoríos de su esposo.
Yo pensaba que, si el suicidio por amor no sólo formaba parte de la ficción, sería ya cosa del pasado, de un tiempo en el que el ser humano estaba ávido de sentir y era capaz de cualquier cosa con tal de llevar a cabo una vida intensa, con una actitud entusiasta ante el mundo yasegurándose de vivir cada instante, cada mínimo suceso impetuosamente.
Sin embargo, escarbando un poco a lo largo de la historia, me he percatado de que esto no es así. En 2011 el suicidio se situaba como la primera causa externa de defunción y, si dedicamos una mirada expectante y observadora a la historia, advertiremos que son muchos los casos en los que el amor fue el detonante de unsuicidio: El actor Charles Boyer se quitó la vida con barbitúricos tras las muerte de su esposa; los últimos escritos que Cesare Pavese nos legó tras su suicidio estaban dedicados a la mujer a la que amaba y que le negó matrimonio; los rumores dicen que Brian Eipstein, manager de los Beatles, se suicidó hallándose perdidamente enamorado de John Lennon; un desengaño amoroso con Dolores Armijo sirvió deinspiración al archiconocido escritor español Mariano José Larra para muchas de sus obras, y su frustración provocó que se pegara un tiro en la sien; la decepción tras enamorarse de una mujer llamada Úrsula fue uno de los móviles que llevó a Van Gogh a quitarse la vida; especial mención merece el suicidio de Maria Polydouri como resultado de su desmedida y sufridora pasión hacia un hombre, del queescribe "Hombre al que amo a pesar de su sífilis y de tener acaso otro amor en la cabeza"; y son muchos los que atribuyen la misteriosa muerte de Marilyn Monroe a la decisión de Kennedy de terminar con su romance. Todos estos casos populares guardan un punto en común: se trata de artistas, virtuosos, por encima de todo, del sentir hasta límites insospechados. El suicidio entendido como la...
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