el miedo
“El miedo, –dice el autor- por lo pronto, meparece una pasión extraña. No habiendo otra más propicia, en el criterio de los médicos, para trastornar el juicio. Por lo pronto, conozco muchas gentes a las que el miedo ha llevado a la insensatez, yaun en los de cabeza más firme, cuando la pasión domina engendra graves alucinaciones”
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No falta a la verdad cuando juzga el miedo como una pasión; y lo hace menos aun cuando lo juzga como unaque es capaz de alterar el juicio. Cuando el miedo nos invade lo hace, dependiendo del caso y de la circunstancia que lo provoque, con diferentes grados.
El miedo es una respuesta de la percepciónque nos permite mantenernos alerta y resolver situaciones de riesgo de forma satisfactoria. El miedo, en el sentido biológico, es parte de nuestros mecanismos de defensa –en cierto sentido, de lamisma manera que lo es el dolor- y nos permite sobrevivir y enfrentar y detectar situaciones adversas, percibir y tomar conciencia del peligro y obligarnos a mantenernos alerta ante lo que nos rodea yen especial hacia aquello que consideramos peligroso.
Incluso, dentro de nuestro organismo, a nivel bioquímico, podríamos detectar –e incluso medir- el miedo. No faltan los estudios científicos queson capaces de seguir los impulsos y con ello la cantidad y la forma en que diversas sustancias se producen y se transmiten en nuestro cuerpo, desencadenando infinidad de estímulos y reacciones dentrodel propio organismo.
Sin embargo, también hay una parte más allá del impulso natural. Hay en cada uno de nosotros una diferencia esencial con el resto de los animales, que también son movidos...
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