El miedo
Qué pasó? Qué pasó? Còmo pasó?
Cómo pudo pasar? Pero lo cierto
es que pasó y lo claro es que pasó,
se fue, se fue el dolor a no volver:
cayó el error en su terrible embudo,
de allínació su juventud de acero.
Y la esperanza levantó sus dedos.
Ay sombría bandera que cubrió
la hoz victoriosa, el peso del martillo
con una sola pavorosa efigie!
Yo la vi en mármol, en hierroplatean,
en la tosca madera del Ural
y sus bigotes eran dos raíces,
y la vi en plata, en nácar, en cartón,
en corcho, en piedra, en cinc, en
alabastro,
en azúcar, en piedra, en sal, enjade,
en carbón, en cemento, en seda, en
barro,
en plástico, en arcilla, en hueso, en
oro
de un metro, de diez metros, de cien
metros,
de dos milímetros en un grano de
arroz,
de milkilómetros en tela colorada.
Siempre aquellas estatuas estucadas
de bigotudo dios con botas puestas
y aquellos pantalones impecables
que planchó el servilismo realista.
Yo vi a la entrada del hotel,en medio
de la mesa, en la tienda, en la
estaciòn,
en los aeropuertos constelados,
aquella efigie fría de un distante:
de un ser que, entre uno y otro
movimiento,
se quedó inmòvil, muertoen la
victoria.
Y aquel muerto regía la crueldad
desde su propia estatua innumerable
aquel inmòvil gobernò la vida.
ayer
Todos los poetas excelsos
se reían de mi escritura
a causa de lapuntuaciòn,
mientras yo me golpeaba el pecho
confesando puntos y comas,
exclamaciones y dos puntos
es decir, incestos y crímenes
que sepultaban mis palabras
en una Edad Media especial
decatedrales provincianas.
Todos los que nerudearon
comenzaron a valiejarse
y antes del gallo que cantó
se fueron con Perse y con Eliot
y murieron en su piscina.
Mientras tanto yo me enredaba
conmi calendario ancestral
más anticuado cada día
sin descubrir sino una flor
descubierta por todo el mundo,
sin inventar sino una estrella
seguramente ya apagada,
mientras yo embebido en su...
Regístrate para leer el documento completo.