El Ministro De La Penitencia

EL MINISTRO DE LA PENITENCIA
La reconciliación es obra del Padre a través de Cristo. Y es Él quien confía a los sacerdotes el ministerio de la reconciliación. Sólo el sacerdote es ministro del sacramento dela penitencia (cf. C. 965). Para dar la absolución válidamente, debe además estar facultado para ejercerla sobre los fieles a quienes absuelve (966), es decir, necesita también haber recibidola facultad para ello.
1. LA FACULTAD DE ABSOLVER VÁLIDAMENTE
El sacerdote tiene la potestad de perdonar los pecados en nombre de Cristo por el hecho de haber recibido el orden sagrado, actúa in persona Christi. La Iglesia quiere restringir el uso de esa potestad mediante normas canónicas, la facultad de la que hablamos consiste en una especie de envío de la Iglesia para usar válidamente deaquella potestad de la que ya se goza por el sacramento del orden.
Existen tres modos de adquirir dicha facultad:
* Por la ley
* Por la concesión de la autoridad competente
* La facultad suplida de confesar.

a) Por la ley. Ejercen esta facultad «ipso iure», por derecho, en todo mundo, el Romano pontífice y los cardenales; también los obispos a menos que algún obispo diocesanose oponga concretamente en su Iglesia particular.
Lo ejercen por oficio, el ordinario del lugar, el canónigo penitenciario, el párroco y equiparados, el vicario parroquial, y el superior de un instituto religioso o de una sociedad de vida apostólica clerical de derecho pontificio que gocen de potestad ejecutiva de régimen.
b) Por concesión de la autoridad competente. Consiste en que laautoridad competente, que goza por derecho de la facultad de confesar, le otorga a otros sacerdotes dicha facultad. Esta autoridad es el ordinario de lugar o un superior mayor de un instituto religioso, o de una sociedad de vida apostólica, clerical de derecho pontificio que goza de la potestad ejecutiva de régimen. De la misma manera, el ordinario local o el superior religioso, puede negar la facultadde oír confesiones en su jurisdicción o a ciertos grupos, a cualesquiera presbíteros (cf. C. 967 & 2-3). [El que tiene potestad de conceder una facultad también la tiene para retirarla].
Es importante tomar en cuenta los siguientes puntos:
1) La facultad de oír confesiones puede otorgarse por un tiempo determinado o indeterminado. En el cado de la facultad habitual, para su licitud debedarse por escrito. (cf. C. 10)
2) La facultad debe concederse únicamente a los presbíteros que sean considerados aptos. La idoneidad se ha de evaluar mediante un examen o de otro modo conveniente (cf. C. 970).
3) El ordinario local debe tener cautela al otorgar la facultad habitual de oír confesiones a los presbíteros que no estén incardinados a su diócesis.
4) Quienes tienen lafacultad de oír confesiones, por oficio o concesión de su ordinario local propio, la pueden ejercer en todo el mundo, a menos que algún ordinario se los prohíba en su jurisdicción.
5) Los que tienen la misma facultad concedida por el superior competente propio, por derecho tienen esa facultad en cualquier lugar, sobre los miembros de dicho instituto o sociedad y cuantos viven día y noche en lacasa del instituto religioso o sociedad de vida apostólica de que se trata, a menos que algún superior lo prohíba.
6) A quienes les sea revocada la facultad de oír confesiones por el ordinario local propio o el superior competente propio, la pierden para cualquier parte y sobre cualquier miembro del mismo instituto religioso o sociedad de vida apostólica.
7) La facultad de oír confesionesse pierde por revocación pérdida de oficio, excardinación o cambio de domicilio diocesano.

c) La facultad suplida de confesar. El Derecho Canónico determina que la Iglesia supla la facultad de absolver válidamente cuando se carezca de ella.
1) Cuando se absuelve por inadvertencia, es decir, cuando sin darse cuenta el confesor absuelve a alguien una vez terminado el plazo de la...