El mito de la amistad entre el hombre y la mujer por Noel Clarasó
Noel Clarasó
Este tema me parece importante en la comprensión del alcance de la guerra de los sexos. Muchas cosas que no se harían jamás por justicia se hacen por amistad. Es cierto que tener amigos en todas partes equivale a tener muchas puertas abiertas. Alguien ha dicho que la misión de un hombre políticamente situado no es hacer cumplirlas leyes, sino exceptuar del cumplimiento de estas a sus buenos amigos.
La amistad existe y es un vínculo de excepción que convierte en nuestros aliados afectivos a un cierto número de personas. Los amigos no se buscan, se encuentran. O se cogen, como se coge el tifus. Y desde que otro es amigo nuestro, auténticamente amigo, podemos usar y abusar de él sin que nos lo reproche jamás. La amistades una mutua concesión, y lo que nos concedemos es esto: el derecho de usar y hasta de abusar un poco de otros. Nadie puede considerarse amigo de otro si no se ha producido entre ellos algunos abusos tolerados. Mi tesis es concretamente esta: la amistad entre un hombre y una mujer solo puede existir, y con infinitas reservas, cuando él o ella, o mejor los dos, han llegado a una edad en que lapasión amorosa es imposible.
La prueba de que en cualquier otra circunstancia no hay amistad posible entre un hombre y una mujer es esta: nada existe tan agradable como una diversión compartida con buenos amigos. La posibilidad de divertirse juntos es la piedra de toque de la amistad. Los hombres se divierten entre ellos muchas veces y, si son buenos amigos, se divierten siempre que se reúnen. Lasmujeres también se divierten entre ellas. Hombres y mujeres juntos no se divierten nunca. La comunidad de hombres y mujeres impide que la diversión se produzca. Lo impide porque la diversión es un fenómeno de la inteligencia, y seres con inteligencia distinta no pueden jamás participar en las mismas diversiones.
¿No basta esto como demostración de que la amistad entre hombres y mujeres esprácticamente imposible? Copio un trozo del libro de Carlos Mora, En España con Federico García Lorca. En la página 187, dice:
Se trata de determinar si es posible el mantenimiento de una amistad, lisa y llana, puramente espiritual entre un hombre y una mujer que, psicológicamente, se comprenden. Formo parte del grupo que no lo cree realizable. La mujer puede, en un comienzo —declara Federico— exigirque esa amistad (que yo llamaría afinidad) se mantenga en un pie de camaradería exento de todo espíritu de conquista; pero si el hombre cumple el compromiso sin dar señales de desfallecimiento, será ella la que se manifestará con ello ofendida. Una mujer verdaderamente femenina —acota uno de los presentes— no se conforma nunca, aunque lo haya así establecido, con la amistad pasiva de un hombre.Espera siempre la ofensiva... a pesar del compromiso.
Aceptado que la diversión en común entre hombres y mujeres es prácticamente imposible (y el que no opine igual que trate de divertirse por ahí en compañía de mujeres), queda otra posibilidad: la conversación. Pero ¿existe acaso un tipo de conversación que interese a la vez a hombres y mujeres? Diversión y conversación son dos frutos de lainteligencia; y ni los que produce el hombre pueden ser digeridos por las mujeres, ni los que producen las mujeres pueden ser digeridos por el hombre.
Es posible que exista un tipo de diversión sin inteligencia y que en ella pudieran coincidir hombres y mujeres. Jean Pierre, un niño suizo, hijo del dueño de una serrería, estaba una tarde sentado en un prado, inclinado sobre la hierba, muyentretenido. Me acerqué y vi que estaba martirizando a un saltamontes. Ya le había arrancado las dos alas y una de las patas posteriores. Le pregunté: “¿Qué haces?”. Él me miró dulcemente con sus grandes ojos claros y me contestó seriamente: “Me divierto”. Algunos hombres y algunas mujeres han superado ese tipo de diversión en que la inteligencia interviene muy poco. Prefiero referirme a ellos.
Dicen...
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