El Mito De Superman
EL MITO DE SUPERMAN
El problema que vamos a afrontar, requiere una de- finición preliminar de la "mitificación" como simboli- zación inconsciente, como identificación del objeto con una suma de finalidades no siempre racionalizables, como proyección en la imagen de tendencias, aspira- ciones y temores, emergidos particularmente en un in- dividuo, en una comunidad, en todo un período his-tórico.
En realidad, cuando se habla de "desmitificación", con referencia a nuestro tiempo, asociando el concepto a una crisis de lo sagrado y a un empobrecimiento sim- bólico de aquellas imágenes que toda una tradición ico- nológica nos había acostumbrado a considerar como cargadas de significados sacros, lo que se pretende indi- car es el proceso de disolución de un repertorio sim- bólicoinstitucionalizado, típico de los primeros tiem- pos de la cristiandad y de la cristiandad medieval (y, en cierta medida, resucitado por el catolicismo contrarre- formístico). Este repertorio permitía transferir, en medi- da casi unívoca, los conceptos de una religión revelada a una serie de imágenes, sirviéndose de éstas para transmitir, per speculum et in aenigmate, los datos con- ceptuales originales,de forma que pudieran ser cap- tados incluso por el pueblo sencillo, carente de refina- mientos teológicos, constante preocupación de los va-
249ríos concilios que se ocuparon del problema de las imágenes.
La "mitificación" de las imágenes fue, pues, un he- cho institucional que procedía de lo alto, que era codi- ficado y decidido por hombres de Iglesia, como el abate Suger, los cuales seapoyaban en un repertorio figural establecido por siglos de hermenéutica bíblica, y que finalmente era vulgarizado y sistematizado por las gran- des enciclopedias de la época, los bestiarios y lapida- rios. Era, sin embargo, cierto que aquellos que fijaban el valor y el significado de ciertas imágenes interpre- taban tendencias mitopoéticas que procedían de abajo, captando el valor ¡cónico de ciertasimágenes arquetí- picas y tomando prestados de toda una tradición mito-
lógica e iconográfica elementos que entonces, en la fantasía popular, estaban asociados a determinadas situaciones psicológicas, morales y sobrenaturales (1). Y es también cierto que estas identificaciones simbóli- cas entraban a formar parte de la sensibilidad popular, de forma tan profunda que, hasta cierto punto, era di-fícil establecer una discriminación entre mitopoética "di- rigida" y mitopoética "espontánea" (y la iconografía de las catedrales medievales está llena de ejemplos).
En definitiva, sin embargo, toda la base de esta mito- poética descansaba sobre coordenadas de unidad de una cultura, que habían sido determinadas y lo seguían siendo en los concilios, en las summae, en las enciclo- pedias, y que erantransmitidas a través de la actividad pastoral de los obispos, y de la actividad educativa de abadías y conventos.
La crisis de ese estrecho ligamen entre imágenes y verdades históricas y significado sobrenatural, cons- tituye el "consumo" de la carga sagrada de una estatua o una figura pintada. La mundanización de unos ele-
(1) Sobre la evolución de ciertos símbolos, véase JURGIS BAL- TRUSAITIS,Le Moyen Age fantastique (París, Colin, 1944) y Reveíls et prodiges (París, Colin, 1960).
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mentos iconográficos que, poco a poco, se van convir- tiendo en simples pretextos para un ejercicio formal (o para la transmisión de otros significados, aun per- maneciendo aparentemente ligados al sistema de sig- nos de una religión revelada), se identifica con la crisis de una sistemática y de toda unacultura. En el mo- mento en que nuevas metodologías de investigación ponen en duda la estabilidad de una visión del mundo y establecen la posibilidad de una investigación con- tinuamente renovada, deja de ser posible la aceptación de una relación fija entre un repertorio de imágenes y un repertorio de significados filosóficos, teológicos e his- tóricos, que han perdido sus características de...
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