El Mokele














EL MOKELE

1

La fortuna


Recuerdo esa mañana muy claramente. Me encontraba en la cafetería que quedaba cerca de la biblioteca en la que trabajaba, conversando con Jennifer acerca denuestros planes de casarnos. Yo acababa de cumplir 21 el mes pasado, y por lo tanto estaba listo para emprender los viajes que tanto deseaba realizar.
—Pero entonces, ¿cuándo podremos casarnos?—preguntó Jennifer.
—Cuando llegue, claro. Deseo conocer muchos lugares primero —dije, algo que sonó poco romántico.
—¿Y cómo pagarás todo eso, Chris? ¿Con tu salario de trescientos dólares mensuales? —dijoJennifer fríamente.
—¿Te quieres casar conmigo y ni siquiera has pensado en nuestra situación económica, eh? —le dije riendo—. Lo cierto es que tengo ahorra un par de miles, Jen, pero de todas formastendré que pedirle más dinero a mi padre, porque...
En ese instante sonó mi teléfono y contesté.
—Un segundo. ¿Hola? ¿Quién habla?
—Chris, ha ocurrido algo terrible —dijo una voz asustada, la quereconocí como la de mi primo Lucas—. No sé cómo decírtelo por teléfono, pero...
—¿Qué ocurre? —pregunté.
—Es el abuelo. Él...bueno él...
—Lucas...
—Está muerto, primo. Tuvo un infarto en la madrugada.Siempre había estimado mucho a mi abuelo Will, no sólo porque nos regalaba dinero, sino porque nos había llevado las ideas que teníamos con mi primo desde que alcanzaba a recordar. La verdad era que loextrañaría mucho.
Así que dejé a Jennifer y conduje a casa de mis abuelos.
En ese entonces vivía en Manabí, Ecuador, en un pequeño pueblo llamado Pedernales. Me alojaba en un pequeño departamento quemis padres pagaban cada mes, aunque desde Febrero comenzaría a pagarlo yo.
Era Marzo y hacía un calor espantoso.
Conduje los doscientos kilómetros que me separaban de las casa de mis abuelos en Quito,escuchando villancicos navideños por la radio, y entristecido por la muerte de mi abuelo en aquella fecha.
La casa de mis abuelos era muy grande, casi una mansión. A mi abuelo nunca le gustó gastar...