el monarca

El monarca miraba con ojos de desprecio a todos aquellos romanos y romanas que una vez gozaban en fiestas y grandes banquetes con alegría y con gran confianza de que mañana seria un día igual omejor, todo aquello quedo en el olvido ahora todo era pena y remordimiento, incluso los mas jóvenes exclamaban al ser golpeados brutalmente por los asirios:
-Los dioses nos han abandonado, tan soloquedamos los que deseamos…
-No te arrepientas de lo vas a decir hijo, los dioses no nos han abandonado
,tan solo es una prueba de expiación de nuestros pecados-con gran tristeza era común escuchar estaconversación entre padres e hijos que hacía tiempo dudaban de la veracidad de la profecía, temiendo que en cualquier momento llegaran las tropas asirias con el famoso cooptatione of Roman proptersuperbiam malorum o reclutamiento de gente pecadora romana, así era vida en la gente común.

Como decía ese día el monarca asirio logro ver ante si su propio temor esa ves el niño amante de los acertijospaseaba por los tranquilos prados y el mercado más famoso de esa provincia, pero ante si no estaba precisamente una hermosa vista al menos no para el puesto que ante si estaban los Proditor in urbemRomani , aut vernaculus Assur o Traidores romanos o asirios nacidos en roma lo peor que aquella gente podría ofrecer era su presencia -y lo mejor que los traidores podrían ofrecer es su ausencia omuerte misma- al pasar atraves de aquel mercado miraba como aquellos trataban con desprecio a los que una vez fueron sus compatriotas, sin embargo su mirada se distrajo por un largo momento al mirar aun niña llamada Margaritam, no por su belleza que esta por demás decirlo, no, su mirada se distrajo porque era la clara demostración de la crueldad y soberbia desmedida, aquella personita de tez blancay ojos azules se encontraba sangrando y con lagrimas en sus lindos y tiernos ojos aquel cuadro de tristeza podría hacer llorar a cualquier persona por más dura que fuera sin embargo no aquel...