El Monje Que Vendio Su Ferrari

Capitulo 1
-– El Despertar --
Todo comenzó en la sala del tribunal. Donde estaba uno de los más sobresalientes abogados procesales del país. Era también conocido por sus trajes de tres mil dólares que lo vestía con su bien alimentado cuerpo, como igualmente por su gran carrera profesional tan exitosa como él. Cuando de repente yo solo me quede de pie viendo lo que estaba sucediendo, pues elgran Julián Mantle estaba retorciéndose en el suelo, temblando y sudando como un maniaco.
A partir de ese momento todo comenzó a moverse lento muy lento como en cámara lenta.- ¡Dios mío- grito la ayudante lo obvio que sucedía-, Julián esta grave!- La jueza, en gran pánico, mientras con el teléfono pedía ayuda al servicio médico. En cuanto a mí, No supe que hacer y solo me quede parado sin saber quéhacer, tu no mueras ahora, hombre. Tú no mereces morir de esta forma ni en este momento.
Yo había conocido a Julián Mantle hacia diecisiete años, cuando uno de sus socios me había contratado como interino durante el verano, pero aun yo seguía siendo estudiante de derecho. En ese entonces Julián ya lo tenía todo. Era un exitoso, apuesto y temible abogado con delirios de grandeza. Era la estrelladel bufete.aun recuerdo una noche que trabaje en la oficina y al pasar frente a su despacho mire que tenía una frase enmarcada sobre su escritorio de muy buena madera. La frase pertenecía a Winston Churchill y hacía notar que clase de hombre era el:
‘’ Estoy convencido de que en este día somos dueños de nuestro destino, que la tarea que se nos ha impuesto no es superior a nuestras fuerzas; quesus acometidas no están por encima de lo que soy capaz de soportar. Mientras tengamos fe en nuestra causa y una indeclinable voluntad de vencer, la victoria estará a nuestro alcance ‘’. Oí decir que su abuelo fue un destacado senador y su padre un reputado juez federal. Así, pues venia de buena familia y eran las expectativas que soportaban sus espaldas vestidas de Armani. Pero debo admitir unacosa estaba resulto a hacer las cosas a su manera y le gustaba lucirse. Los ricos y los famosos se acercaban a él siempre que ocupaba de su gran destreza. Sus actividades extracurriculares también se conocían por: Visitas nocturna a los mejores restaurantes, con las mejores top-models, las escaramuzas etílicas con la bulliciosa banda de brokers, tomaron aires de leyenda entre sus colegas.
Aun noentiendo porque me eligió a mí para ser su ayudante en aquel sensacional caso de asesinato que el defendería. Aunque había estudiado en la facultad de derecho de Harvard. Yo no era ni de cerca el mejor interino del bufete y en mi familia no había ni un pequeño rastro de sangre azul.
Él caso es que me eligió a mi antes que a los que habían cabildeado silenciosamente para tener el honor de ser sufactótum legal a lo que él decía <<el no va más de los procesos por asesinato>> Julián decía que le agradaba mi ‘’avidez’’. Al final ganamos el caso, claro como Julián no ganaría, y el ejecutivo acusado de haber golpeado brutalmente a su esposa estaba en libertad (dentro de lo que permitía su desordenada conciencia).En aquel verano aprendí muchas cosas. Fue más que una asesoría de cómoplantear una duda razonable. Fue más bien una lección sobre la psicología del triunfo. Yo absorbí de todo como una esponja.
Por Sugerencia de Julián me quede en el bufete como asociado y iniciamos una buena amistad duradera. Trabajar con él no fue nada fácil, pues el trabajo se volvía frustrante no parábamos y en ocasiones terminábamos muy tarde. O lo hacías a su manera o te quedabas sin trabajo.Aunque bajo aquella envoltura del gran trabajo, el se preocupaba por los demás. Aunque él estuviera muy ocupado, siempre preguntaba por Jenny, a la que sigo llamando (Mi prometida), a pesar de que nos casamos antes de que yo empezara a estudia leyes. Al enterarse Julián de que yo pasaba por apuros económicos, el se ocupo de que me dieran una beca de estudios. Es cierto que le gustaba ser duro...