El monje que vendió su ferrari

A medida que transcurre el tiempo en nuestras vidas, vamos adquiriendo patrones de comportamiento que no siempre son congruentes con lo que nos da la felicidad, los condicionamientos sociales de losque somos objeto, nos llevan a definir actividades, que mas allá de proporcionarnos un bienestar integral, solo cumplen con estándares socialmente reconocidos, dejando de lado nuestra paz interior.Tales condicionamientos desequilibran nuestro diario vivir y se ven reflejados en los estragos que experimentamos cotidianamente, tales como el estrés, enfermedades físicas y mentales, desordenesalimenticios y deficiencias en nuestras relaciones personales. La carencia de este equilibrio fomenta que incluso, nos coloquemos en situaciones desfavorables para el logro de nuestros objetivos.
Laesencia del yo, en ocasiones es condicionada a factores externos cuando, por el contrario, nace y tiene su fundamento en el interior de nuestro ser, el permitirnos descubrir las verdaderas necesidadescon las que contamos, es un paso de suma importancia para nuestro desarrollo integral.
Si bien las cuestiones espirituales se ven devaluadas ante las posesiones materiales, es en esta parte interiorde nuestro ser, donde se cimenta la confianza y voluntad para lograr aquellos elementos físicos que complementan nuestros requerimientos cotidianos, por ello, es relevante experimentar situacionesnuevas e introspectivas, que nos lleven a descubrir cual es el sentido real que deseamos tener en nosotros mismos y a su vez en nuestras metas. Liberar a nuestros sentidos para percibir las cosas dediferentes formas nutre y fortalece nuestras decisiones en todos los ámbitos de nuestra vida, así como también nos permite revalorar todos aquellos elementos que conforman nuestra autoestima y proyectar elconcepto que tenemos de mostros mismos.
La creación de un espacio personal y el disfrute del mismo, no es contradictorio al deseo y obtención de elementos materiales, así como tampoco prohíbe el...