el monje que vvendio su ferrari
En una reunión urgente de todos los miembros del despacho. El viejo Harding fue el primero en dirigirse a la asamblea. - Me temo que tengo muy malas noticias.Julián Mantle sufrió un ataque ayer mientras presentaba el caso Air Atlantic ante el tribunal. Ahora está en cuidados intensivos recuperándose. Sin embargo Julián, ha tomado una decisión: ha decididoabandonar el bufete y renunciar al ejercicio de su profesión. Ya no volverá a trabajar con nosotros. Me quedé de una pieza; pensé que hubiera debido tener la corte- El Monje que Vendió su Ferrari Robin S.Sharma a 5 días de decírmelo en persona. Ni siquiera dejó que fuera a verle al hospital. Tampoco aceptó mis llamadas, posiblemente yo le recordaba la vida que deseaba olvidar. En fin, una cosa sitengo clara: aquello me dolió. Todo esto sucedió hace unos tres años. Lo último que supe de Julián fue que se había ido a la India en no sé qué expedición. Le dijo a uno de los socios del bufete quedeseaba simplificar su vida y que “necesitaba respuestas”. Había vendido su residencia, su avión y su isla. Había vendido incluso el Ferrari ¡Julián Mantle metido a yogui?, me dije. Qué caprichosos son losdesignios de la ley. Las primeras respuestas a algunas de mis preguntas llegaron hace cosa de dos meses. Genevieve, mi ayudante se asomó a la puerta y me comentó -Tienes una visita John, dice que esurgente y que no se irá hasta que hable contigo. - Está bien, dile que pase. La puerta de mi despacho se abrió lentamente, vi a un hombre risueño de unos treinta y cinco años. Era alto, delgado ymusculoso e irradiaba vitalidad y energía. Otro abogado de primera que viene a quitarme el puesto, pensé. Pero ¿por qué se quedaba ahí parado mirándome? El joven siguió mirándome tal como Buda habríahecho con su pupilo favorito. - ¿Es así como tratas a tus visitas John, incluso a quienes te ense- ñaron todo cuanto sabes sobre la ciencia del éxito en una sala de tribunal? El corazón me dio un...
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