El Multiplicador Keynesiano
Introducción
El enfoque estará dado desde dos puntos de vistas. Uno una critica empírica y dos manejando el multiplicador desde la identidad misma
Marco Teórico
➢ Enfoque empírico
Según la teoría keynesiana todo lo que ha pasado se debe a la falta de control del Estado sobre la economía. Es fácil demostrar que esto no es cierto; primero,porque el Estado jamás se ha retirado del todo, acaso se ha replegado parcialmente en algunas latitudes, en otras no. Además, es muy difícil no asociar a la liberalización de los mercados mundiales el avance de países antes subdesarrollados.
El multiplicador es una pieza básica del modelo, pues sin él no habría manera de justificar la política fiscal expansiva. El multiplicador dice que un aumentode una partida del gasto –no necesariamente público– produce un efecto de expansión encadenado del gasto total en función de la propensión marginal a consumir.
Por ejemplo: si aumenta Zapatero el gasto público en, por ejemplo, los 8.000 millones que ha regalado a los ayuntamientos y la propensión a consumir es del 70% de la renta percibida, entonces los perceptores de ese dinero gastarán enconsumo 70% (5.600 millones). Pero este 70%, a su vez, se convertirá en renta para otros familias, que gastarán 70% de los 5.600 millones (3.920 millones). Se forma una cadena de gastos decrecientes, cuya suma es el gasto inicial (8.000 millones) dividido por 1 menos la propensión marginal a consumir (1-0,7): en este caso daría 26.666 millones de euros. El gasto inicial se ha multiplicado por 3,3:éste es el multiplicador. Esta suma es tanto más grande cuanto más lo sea la propensión al consumo. Gracias a esto, el gasto aumenta alegremente
Hay muchas objeciones que oponer a tal concepto, pero el más contundente es el empírico: su fracaso total en los años 1960-70 llevó una década después (en la era Reagan/Thatcher) a un nuevo paradigma económico, en el que era mejor reducir el peso delGobierno y liberar las fuerzas económicas privadas. El nuevo paradigma tuvo un éxito indiscutible, del que buen ejemplo es la recuperación del Reino Unido de Thatcher y Blair. Con todas las cautelas que se quieran, los hechos demostraron que las críticas a los keynesianos tenían razón y que la introducción de las expectativas en la economía desbarataba bastantes postulados keynesianos; la teoría de lasExpectativas Racionales era un exceso teórico, pero el caso es que la gente aprende, acumula información y forma expectativas consistentes con la información percibida. En el paradigma de las últimas dos décadas se arrinconó a Keynes y su multiplicador, al menos explícitamente, incluso entre los gobiernos socialdemócratas, del que buen ejemplo es Tony Blair (pero no sus sucesor, Brown).
Lamayor crítica a la política fiscal keynesiana –la cual, sospechosamente, sólo se aplaudía y propugnaba unidireccionalmente, en su sentido expansivo, no cuando la economía crecía– vino de la mano del llamado efecto "crowding out": el efecto expulsión del mercado de los inversores privados, debido a que la excesiva demanda de fondos del gobierno hace subir el tipo de interés y estrangula la inversiónprivada, lo contrario de lo que se buscaba. La primera crítica al desvío de fondos a manos del Gobierno fue de Adam Smith, y el propio Keynes en su Teoría General manifestó sus dudas sobre el efecto positivo neto del multiplicador por la misma razón: "la vía de financiación del incremento gasto –dice Keynes- podría tener el efecto de aumentar el tipo de interés y con ello retrasar la inversión deotros sectores, a menos que la autoridad monetaria tome medidas para evitarlo, a la vez que el aumento del coste de capital disminuiría su eficiencia marginal". De una manera algo oscura, aducía también otras razones de desconfianza que podrían aumentar la demanda de dinero del público y retraer la inversión privada. Y terminaba con "en todo caso, el multiplicador será más efectivo cuanto menor...
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