El Mundo Al Que Predicamos Salvador Dellutri
Editorial Unilit
En coedición con
LOGOI, Inc.
© 1998 LOGOI, Inc.
Miami, FL 33186
Autor: Salvador Dellutri
Guía de estudio y
Manual del facilitador: Alberto Valdés
Editor: Luis Nahum Sáez
Diseño: Jannio Monge
Portada: Meredith Bozec
Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, por
cualquier medio literario, visual, auditivo o electrónico,sin la debida autorización escrita de los
editores.
Producto
ISBN 0-7899-0619-8
Impreso en Colombia
Printed in Colombia
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ÍNDICE
Prólogo
Capítulo 1: Orígenes de occidente: La herencia hebrea
Capítulo 2: Orígenes de occidente: La herencia griega
Capítulo 3: El hombre de occidente
Capítulo 4: Renacimiento humanista y la Reforma protestante
Capítulo 5: Crecimiento del humanismo
Capítulo 6: El hombredel siglo XX
Capítulo 7: Los problemas del hombre moderno
Capítulo 8: El hombre en busca de sentido
Capítulo 9: El mandato autoritativo
Apéndice A
Apéndice B
PRÓLOGO
Hace casi dos mil años, en un oscuro rincón del Imperio Romano moría crucificado un reo
acusado de sedición. Sus seguidores se dispersaron impotentes ante la decisión de las
autoridades judías y romanas de dar fin a lo que fuerontres años de incesante prédica.
Cincuenta años después, la doctrina del crucificado había trascendido las estrechas fronteras de
su pueblo, y su mensaje se difundía por todo el imperio arrastrando multitudes. Ni la razón ni
la fuerza pudieron contra el empuje de la nueva fe que terminó por minar el imperio; y se
constituyó en el fundamento de lo que se dio a conocer como «Cultura Occidental yCristiana». Ninguna civilización anterior tuvo la dinámica de esta, ni su respeto por la
dignidad humana, la justicia y la libertad.
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Hoy esa cultura está en crisis. Este siglo se ha lanzado a un experimento que nunca antes el
hombre intentó. Deslumbrado por las engañosas lumbreras de una libertad sin límites, el
hombre occidental trata de edificar un mundo sin fe trascendente y sin valoresabsolutos.
En el horizonte de su historia comienzan a emerger nuevamente, con distinta indumentaria, los
viejos dioses paganos que huyeron en retirada, vencidos por el Cristo resucitado. Los ídolos
que permanecieron encerrados en salas de museos parecen volver a cobrar vida. Los antiguos
vicios del paganismo, antes condenados severamente, emergen otra vez y se defienden como
baluartes de una «nuevamoral», más flexible, comprensiva y permisiva que la anterior.
El problema de la culpa comienza a resolverse «científicamente» a través de modernas
«religiones seculares» que confiesan y absuelven a los hombres en nombre de la modernidad
de sus doctrinas. El modelo familiar es cuestionado y modificado, la dignidad del hombre es
continuamente menoscabada.
Se calcula que 50.000.000 de vidas son segadasanualmente antes de nacer, la función maternal
es considerada inferior y la mujer pide el derecho a ser como el hombre. La religión es cada
vez más relegada a lo formal, al punto que los hombres recurren a ella como un elemento
folklórico.
Por contraste, avanzan incontenibles el ocultismo, el hinduismo, el islamismo y todo culto
esotérico. La tecnología y el avance científico se utilizan en formaambivalente: Destruyendo
y defendiendo a la vida en una contradicción que no resiste el menor análisis racional.
Paralelamente aumentan la angustia y el «sin sentido» de la vida que hacen brotar todo tipo de
adicciones, violencia y desenfreno, consecuencia de un creciente mercado del desaliento que se
agiganta progresivamente.
Occidente está en crisis. Y tras esa crisis individual se ven afectadaslas instituciones —
familia, iglesia, gobierno—, que participan del mismo mal.
¿Qué le sucede a nuestra cultura occidental? ¿Qué sucede con nuestra civilización? ¿Hacia
dónde nos dirigimos? ¿Cuál será el resultado de este alocado experimento?
Para los cristianos las preguntas se multiplican. ¿Cuál es el rol que tenemos que desempeñar?
¿Cómo comunicar un mensaje de esperanza a una generación que...
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