El mundo de la literatura

‘LA MARIACHADA’

Son las 8 y cuarto de la noche y ya en mi celular recibo la llamada de Eduardo Manrique. Me dice: ‘‘Laura, ¿dónde estás? Te estamos esperando en Rincón de Girón, no te demores porque ya vamos a empezar, en unos minutos te llamo de nuevo, es un restaurante, ¡rápido! Tienes veinte minutos para estar aquí…’’. Me encuentro en Floridablanca, pensé. ¡Dios mío! Están muy lejos, untaxi me sale carísimo. Iván, un familiar se ofrece a llevarme al lugar en una moto. Llegamos al sector que me nombró Don Eduardo, voy contabilizando el tiempo y sé que se me pueden ir en menos de nada. Preciso cuando voy de afán ocurre algo en plena carretera. La noche está muy tranquila, parece que no va a llover, ya casi llego a mi destino para subirme en la furgoneta de los mariachis Estrellas deMéxico y conocer qué se siente trabajar de noche alegrándoles el rato a muchas personas con la música.
Vamos con Iván tranquilamente. Repentinamente nos vemos obligados a mermar la velocidad porque hay como un tumulto de personas más adelante a 20 metros. No entendemos nada. Todas las cabezas de las personas que se encuentran en el lugar giran hacia una misma dirección, así que mi miradatambién se dirige hacia allá. ‘‘Iván, métase por dónde sea necesito llegar’’ … Logramos movernos como 3 metros hacia un andén alto donde se ve con facilidad lo que está sucediendo, no logro entender lo que pasa, pero veo a un Hombre que corre bajándose de una moto y detrás de él está un policía con su respectiva motocicleta. El Hombre al parecer trata de refugiarse en el uniformado. En menos de nada veoa más de 5 sujetos corriendo hacia El Hombre. El policía sin apoyo de ningún compañero es obligado a retirarse un poco y no cubrir más al Hombre porque ya está siendo afectado él. Es una carretera de doble vía, con un separador en la mitad, al lado del incidente hay dos camiones parqueados de frente uno del otro. La moto del policía está cerca a la del Hombre que se encuentra tirada en el suelo.Es angosta la calzada. El Hombre que ya ha corrido varios metros se cae al suelo. Cuando ya el uniformado se retira para evitar ser golpeado, y esperando el apoyo de más fuerza policial, los sujetos que vienen corriendo detrás del Hombre lo alcanzan en el suelo. Hay murmullos en todos los rincones del lugar, todo el mundo está presenciando el espectáculo, pero nadie ha podido hacer nada. Ya en elsuelo El Hombre es golpeado fuertemente con puntapiés y uno de los agresores le golpea con unas ganas incontenibles en la espalda y abdomen, con un casco de moto. Se escucha desde mi distancia cada golpe del casco contra la piel y músculos del Hombre. ¡Paap! ¡Paap! Por fin llegó el apoyo de la policía y pueden ahuyentar a los agresores.
‘‘¡Iván! Por Dios, don Eduardo me va a dejar, espero que nose hayan ido aún’’ Iván logra meterse en medio de la multitud y a unos 5 locales más adelante veo la furgoneta del mariachi y a los artistas subiendo instrumentos afanadamente. Don Eduardo sale y me dice: ‘‘Síganos, vamos para El Porvenir’’. Iván arranca en la moto y en menos de 2 minutos la furgoneta se nos ha perdido de vista, por nuestra cuenta llegamos a dicho barrio y llamo a don Eduardo.Debemos coger por un camino estrecho y destapado, es en una finca. Cada vez avanzamos más y hay mucha oscuridad, penumbra. Se escuchan los grillos y se siente un olor a ladrillo combinado con el aroma del pasto. Suena mi celular. ‘‘Devuélvase Laura, no se meta por acá. Esto es muy abajo y es peligroso, ustedes van en moto, espéreme en Nueva Fontana 2, yo la llamo cuando estemos llegando allá, nosdemoramos una media hora todavía’’.
Son las 10:40 de la noche más o menos. Iván tiene restricción en la moto desde las 11 p.m. Corra Iván, váyase. Él me dice que me va a llevar cerca de allá y que busque compañía para no irme a esperar sola en ese lugar tan solo donde queda el conjunto residencial. Estamos a unas cuadras de ese conjunto que queda en Fontana y del cual don Eduardo me acabó de dar...