el mundo globalizado
La globalización es un hecho prisionero de una doble verdad: o se la idealiza ensalzando sus ventajas o se la demoniza rechazando todos sus posibles aportes. Lo cierto es que la globalización es un proceso irreversible, que abarca no sólo a todas las naciones del mundo sino también a todos los aspectos de la vida del hombre y por eso es analizada desde la filosofía, laantropología y la psicología.
La globalización cobra forma a través de un fenómeno tecnológico previo que se dio en llamar “la abolición de las distancias”.La revolución producida por las técnicas de comunicación terminó aboliendo no sólo la distancia espacial, sino también la temporal. Esta supresión implicó, en ambos casos, el vaciamiento de todo contenido concreto.
Se despoja al espacio decualidades, accidentes, rasgos peculiares, distancias; y al tiempo, de las tres dimensiones del flujo de la conciencia: pasado, presente y futuro. Se vive en una sola dimensión temporal: el presente, sin un antes ni un después en un permanente ahora. Espacio y tiempo dejan de ser modos de percibir la diversidad del mundo, que es reemplazado por el reino de lo homogéneo.
Este milagro hizo posible undon sólo reservado hasta ahora a los dioses: el ser humano puede estar al mismo tiempo en todas partes y tener un diálogo abierto con sus interlocutores en direcciones infinitas. Es omnipresente. Desde esta perspectiva podemos pensar esta condición privilegiada de dos maneras: que el ser humano se instala en el mundo porque es su patria verdadera o que, por el contrario, es un ser sin patria en elmundo. La “apatridad” como la denomina Heidegger, esa falta de “arraigo que amenaza al hombre actual en lo más íntimo, producto de la época en que nos ha tocado nacer”.
Esta antinomia resume la grandeza y la miseria de la globalización. El ser que está en todas partes y hace del planeta su morada ¿pertenece a alguna parte que sienta como su hogar, como su tierra propia? ¿Esta globalización, esacaso el comienzo de un arraigo inédito y bienhechor o, por el contrario, la forma más desoladora del desarraigo y la pérdida de la memoria y la identidad? ¿Necesitaremos vivir esta experiencia del desarraigo para acceder a una genuina inserción planetaria, o es el comienzo de una orfandad irremediable?
Aún barajando estas conjeturas, es imposible desconocer las conquistas de la globalización, lanotable aproximación entre pueblos, individuos e instituciones, el acceso simple a datos y conocimientos que resultaban difíciles y onerosos Sin embargo, hay que advertir que el milagro de la comunicación y de la ubicuidad simultánea no es sinónimo de inmediatez vivencial. La uniformidad global, manejada por intereses económicos y políticos, por empresas multinacionales con más poder e influenciaque los estados nacionales y por el nomadismo aéreo del “capitalismo electrónico”, no significa universalismo. La abolición de las distancias no implica cercanía verdadera.
Pese a ello, la globalización es, al menos por ahora, un hecho irreversible: ya estamos instalados en ella y es el horizonte de nuestro tiempo. Por eso, los cuestionamientos deben venir desde adentro, cuestionamientos éticos,filosóficos, políticos y económicos, no desde un exterior meramente ideológico, idealizado o demonizado o desde el modo pasatista y nostálgico de una realidad anterior. Se tiene cada vez más certeza acerca de que el mundo ya no será como fue, pero también crece la incertidumbre acerca de cómo será.
Esta incertidumbre plantea numerosas y múltiples facetas, una de ellas la que nos hemos propuestocomo tema de reflexión, la de la identidad nacional, es decir pensar un nuevo modo de preservarla en el ámbito de la globalización.
2.- Globalización e Identidad
El tema de la identidad nacional fue largamente discutido en el ámbito filosófico y sociológico en la década del 70. Sin embargo, las circunstancias externas e internas del país y del mundo eran diferentes. Por eso, el tema debiera...
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