La lista de posibles infracciones es casi infinita y los inspectores, sobre todo los más veteranos, ya no se sorprenden por nada. No obstante, siempre hay fenómenos que llaman algo más la atenciónque otros. Mercedes Muñoz, jefa de la Inspección en Málaga, destaca por ejemplo la proliferación de empresas ficticias, un hecho que no es nuevo pero que se está reproduciendo a una mayor velocidad enlos últimos años. En una ocasión vieron una empresa de construcción constituida legalmente y que tenía 70 trabajadores, todos extranjeros, dados de alta. Sin embargo, esa constructora no tenía ningunaobra contratada ni se le veía actividad alguna. Era una empresa ficticia. Los impulsores del fraude deciden crear una empresa y cobran dinero a determinadas personas por, supuestamente, trabajar enesa compañía. El empleado, en realidad, no está haciendo nada pero está consiguiendo, con el tiempo, derechos para cobrar prestaciones como el paro. Por una relativa cantidad, una persona se puedegarantizar el cobro del subsidio del desempleo durante meses e incluso hasta los dos años. "Hay una connivencia entre el empleador y el empleado para darlo de alta y, al principio, pagan algunascotizaciones para enmascararlo", señala Muñoz.
La hostelería suele ser uno de los principales focos de infracciones laborales o a la Seguridad Social hasta el punto que es el pan nuestro de cada díaencontrar bares donde no hay ningún trabajador dado de alta o solo uno de una plantilla de seis o siete personas. No dar de alta a un trabajador en la Seguridad Social se considera una falta grave y lasanción para el empresario oscila entre los 626 y los 6.250 euros. Al empleado no le multan porque se entiende que su deseo es tener un contrato y cotizar. El Ministerio de Trabajo, la Junta de Andalucía,los empresarios y los sindicatos acuerdan cada año el número de inspecciones a realizar. En 2012 se ha marcado como objetivo hacer 1.800 visitas a firmas hosteleras, 1.150 a comercios, 655 a...
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