El niño del cielo

Narradora: Desde su llegada de Tarma, Esteban se había quedado impresionado por el bullicio y la cantidad de gente en la capital. A sus cortos diez años,Lima le parecía una bestia de un millónde cabezas dispuesta a devorar a quien no conocía, le habían contado muchas historias de la gran ciudad, y ahora se encontraba allí con su madre.

En laciudad

Esteban: (Ingenuo) Mami comose llama el lugar donde viviremos, ¿Miraflores? ¿San Isidro? ¿El Callao? ¿La Victoria?

Madre: No Esteban, iremos al Agustino

Esteban: ¿Y queda lejos?

Madre:En un cerro, iremos a la casade tu tío, su casa queda en lo alto, casi en la cumbre, ahí en el barrio de Junto al Cielo tiene una choza, ¡vamos! ¡Apúrate!, se nos hace tarde.

-------------------Casa

Esteban: Mamipuedo salir a conocer la ciudad

Madre: (Preocupada) Está bien, pero fíjate Esteban, ten cuidado con los carros cuando cruces las pistas y no te confíes de la gente.Esteban: Ya mami vuelvo mástarde

Narradora: Esteban sin prestar atención a su mamá, baja de su choza y toma la carretera, por el sendero mira algo en el suelo, es un billete de 10 soles, lo recogeasombrado, lo revisa porlos dos lados, contento por su hallazgo aunque sin saber exactamente su valor sigue su camino hasta llegar al mercado Mayorista.

Mercado

Esteban: ¿Cuánto valdrá estebillete? ¿Cuánto serán10 soles?

Narradora: Esteban había llegado al famoso Mercado Mayorista del que tanto había escuchado hablar, cruzó la pista, y se internó en un terreno salpicado de basura,desperdicios yexcremento. ¿Esto era Lima se preguntaba? Su tío le había dicho que Lima era una ciudad grande, tan grande que en ella vivía un millón de personas.

Ambulantes: (bullicio) ¡Mandarina sinpepa!¡Plátano diez por un sol! ¡Diez por un sol! ¡Lleve casera! ¡fresquecito!

Narradora: Estuvo dando algunas vueltas, adentrándose dentro de la bestia, hasta que llegó a sentirse parte de ella