El Niño en Familia
EL NIÑO EN FAMILIA
TITULO ORIGINAL DE LA OBRA: “IL BAMBINO IN FAMIGLIA”
TRADUCCIÓN AL ESPAÑOL REALIZADA POR MARÍAGUADALUPE LLERANDI
La Página en Blanco
Nuestro método (que lleva un nombre personal para distinguirlo de tantos
otros intentos modernos de crear nuevos tipos de escuela) ha dado
ocasiones de descubrir en los niños características morales que nose
habían observado antes. Vale la pena decir que surgió ante nuestros ojos
la “figura nueva de un niño incomprendido”.
Por esto nos hemos dado a la acción social activa para hacer comprender
mejor al niño y para obrar en su defensa y al reconocimiento de sus
derechos.
Porque, si existe una multitud de criaturas humanas débiles,
que viven entre los fuertes sin ser comprendidas (y por lotanto sin que
jamás la voz oculta de sus profundas necesidades de vida alcance el nivel
conciente de la sociedad de los adultos) tal hecho representa casi un
abismo de males insospechados.
Cuando el niño nos mostró actitudes muy lejanas de aquellas creídas
universalmente como propias de la infancia, fuimos conducidos a
reflexionar sobre la gravedad de los errores cometidos antiguamente demanera inconsciente hacia la parte más delicada de la humanidad. Estas
observaciones las realizamos con niños en las escuelas en las que se llevan
nuestro método, son lugares de trabajo tranquilos donde el alma
incomprendida se expande y se revela.
Los fenómenos que los niños nos mostraron fueron la revelación de un
lado escondido del alma infantil.
Su actividad mostró tendencias jamásconsideradas ni por los psicólogos, ni por los educadores.
Los niños no se dirigían hacia las cosas que se suponía les gustaran, como
por ejemplo los juguetes, ni se interesaban en relatos de historias
fantásticas. Antes que nada, buscaban ser independientes del adulto, en
todas las acciones que podían realizar por sí mismos: manifestando
claramente el deseo de no ser ayudados, sino en caso deabsoluta
necesidad.
Se mostraban tranquilos, absortos y concentrados en el
trabajo, adquiriendo una calma y una serenidad sorprendentes.
Evidentemente,
estas
actividades
espontáneas,
que
derivan
de
las
misteriosas fuerzas de la vida interior, habían sido dominadas y escondidas
por la intervención enérgica e inoportuna del adulto, quien creía hacer todo
por elniño, sustituyendo con su actividad la actividad infantil y forzándolo
a someterse continuamente a su iniciativa y a sus deseos.
Nosotros los adultos, al interpretar y tratar al niño nos hemos equivocado
en algunos detalles de la educción.
En cualquier forma imperfecta de
escuela, hemos tomado un camino completamente errado; por lo tanto, se
propone ahora una nueva pregunta social ymoral. Entre el adulto y el niño
ha nacido una discordia que es respetada desde hace siglos: hoy el niño ha
agitado el equilibrio social entre las dos partes en lucha. Esta revolución es
la que nos empuja a la acción, no solamente de los educadores, sino de
todos los adultos, especialmente, los padres.
La vasta difusión de nuestro método, que ha informado a escuelas en todas
las naciones, devarias razas con diferentes costumbres y cultura, ha
demostrado la universalidad de una discordia entre el adulto y el niño que
pone al hombre desde su nacimiento en un estado de opresión, mientras
más inconsciente, más peligrosa.
En las civilizaciones consideradas
superiores (como la nuestra) la discordia se agudiza por las dificultades de
la existencia social y por la lejanía evidente dela vida natural y de la
libertad de acción.
El niño que vive en el ambiente creado por el adulto, vive en un ambiente
inadecuado a las necesidades de su vida –no solamente físicas- sino
también, y sobre todo, a las necesidades de desarrollo psíquicas
y de
expansión intelectual y moral. El niño es reprendido por un adulto más
fuerte que él, que dispone de él y lo obliga a adaptarse a...
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