El nuevo paradigma de la comunicación en Europa

La carrera económico-política de la comunicación
en el mundo:
Situación y estrategia de la
Unión Europea
La política-seducción ha desencadenado un fuego cruzado de reproches más
o menos indignados. Nos conocemos el cuento: hipnotizado por los líderes-estrellas,
engañado por los juegos de imágenes personalizadas, por artificios y falsas
semejanzas, el pueblo ciudadano occidental se hatransformado en pueblo de
espectadores pasivos e irresponsables. La política espectáculo enmascara los
problemas de fondo, sustituye los programas por el encanto de la personalidad y
entorpece la capacidad de razonamiento y juicio en provecho de las reacciones
emocionales y de los sentimientos irracionales de atracción o antipatía. Con los massmedia, los ciudadanos se han infantilizado... ya no secomprometen en la vida pública y
son alienados y manipulados a través de artilugios e imágenes; la democracia se ha
“desnaturalizado” y “pervertido”. La política-show no. Se contenta con anestesiar al
ciudadano mediante la diversión, transforma incluso los mismos contenidos de la vida:
dado que es preciso dirigirse a un electorado más amplio, los discursos tienden a
soslayar los aspectos máscontrovertidos de sus programas y a buscar una plataforma
indolora y satisfactoria para casi todos. Así, tanto el discurso de izquierdas como el de
derechas se vuelven cada vez más homogéneos; asistimos a un proceso de
uniformización y de neutralización del discurso que está acaso en vías de desvitalizar
y, quién sabe si de matar, la política y el sistema socio-económico sobre el que ésta seasienta en Occidente. La comunicación encandiladora anemiza el debate colectivo y
sus consecuencias son graves para la vida democrática.
Gilles Lipovetsky. “El imperio de lo efímero”. Anagrama. Barcelona, 1990

I. INTRODUCCIÓN: LOS NUEVOS REFERENTES

T

RAER a colación estas palabras de Lipovetsky1, no constituye para el tema tratado
un ejercicio de gratuidad seudointelectual, si bienLipovetsky se configura como
uno de los importantes pensadores sociales de finales de siglo. Más bien sus tesis
vienen a definir una -quizá la principal- de las múltiples consecuencias del proceso
comunicativo por el que se rige el Occidente de fin de milenio. Y puede discutirse si el
autor lo hace desde una perspectiva auténticamente ecológica. Mi opinión es que sí.
La comunicación y todo loque este ambiguo concepto representa incide
notablemente en todos los ámbitos de la vida. Es, en palabras de Baudrillard2, el
elemento ecosistémico entre el hombre y su (nuevo) entorno. Entorno visiblemente
mediatizado y caracterizado por el avance tecnológico y por la multiplicidad de
mensajes. Esta situación se acentúa cuando el referente es el llamado primer mundo.
Un lugar en que elneocapitalismo y la llamada sociedad del bienestar conforman el
caldo de cultivo ideal para los poderes fácticos que ahora, y a modo de inmensos
amplificadores fundamentan su discurso en los medios de comunicación masivos,
verbigracia la televisón. Lograr el definitivo control mediático se presenta ahora como
el objetivo a cumplir por parte de la clase dirigente. Y es que, hablar de información ycomunicación es equivalente a hacerlo de economía y de política.

Por tanto, hablar en términos estrictos de „carrera‟ no lleva aparejado ninguna
alusión metafórica... es una auténtica competición, en ocasiones, amoral y/o alegal por
subyugar las conciencias vía mediática.
El denominado Informe McBride de UNESCO, entre cuyas aportaciones se
encontraba la equiparación comunicativa a escalaglobal mediante la cesión de
infraestructuras a los países menos desarrollados quedó en una simple declaración de
intenciones merced a la falta de interés de Occidente por llevar a cabo un esfuerzo
solidario con el tercer mundo. Sencillamente, no interesa. Los grandes emporios
multimedia orientados a las sociedades desarrolladas y, tras ellos los sistemas políticos
liberales, no encuentran...