El Odio Como Principio Fundamental Del Deseo De La Extinci N De La Especie

El odio como principio fundamental del deseo de la extinción de la especie
El odio también es una forma de amor, porque cuando se odia algo se le da tanta importancia como a lo que tanto se ama, nopuede interesarnos algo sin que lo odiemos o amemos. Aquellos que nos hemos atrevido a romper esas barreras de lo que los diferencia, no encontramos más que una relación mutua entre ambas al fin deconcluir que entre odiar y amar no existe ninguna diferencia. ¿Quién no ha sentido esa descarga de energía recorrer su cuerpo cuando amas a alguien? ¿Y quién no ha disfrutado de ese vacío existencialque deja odiar?
Cuando alguien demuestra su odio a mi persona así como demuestra amor a su amado (a), yo soy incapaz de molestarme, no porque sea muy compasivo con los demás, sino porque me agradasaber que alguien aparte de mi disfrute de odiar, pero es lamentable que yo no sienta amor ni odio por un desconocido porque para ello debe interesarme su existencia y esto es algo que no cualquierapuede lograr. ¿Cómo puedes odiar o amar algo que desconoces o no te interesa?
Y es que yo no odio a los demás por como son porque no los conozco, lo que yo realmente odio es la naturaleza humana. Esanaturaleza codiciosa, egoísta y violenta que está dentro de cada uno de nosotros, la que nos obliga a competir entre nosotros, ¡Hasta matarnos si es necesario!, ese progreso que ha hecho de la vidadel humano más cómoda y más fácil, que solo lleva al deterioro del planeta, eso que provoca la desigualdad en este mundo en donde pocos son ricos y estos cada vez se enriquecen más y la mayoría seamosmás miserables.
La naturaleza humana la conozco muy bien porque son características muy generales que cualquier humano posee, y quienes se atrevan a decir que la naturaleza es sabia o hermosa estánequivocados, la naturaleza también tiene sus fallos porque no es perfecta y uno de esos grandes fallos es la humanidad misma.
Yo soy tan humano como cualquiera de ustedes, en mi vive el egoísmo, la...